La democracia y el pueblo hondureño ganaron en los comicios
Con las elecciones concluidas, este nuevo comienzo presenta a los Estados Unidos una oportunidad para revaluar nuestra relación bilateral con Honduras
El pueblo de Honduras se ha expresado y ha declarado que desea un futuro próspero. Felicito a los votantes y al Tribunal Supremo Electoral por conducir una elección pacífica y transparente sin graves incidentes. Esta elección fue supervisada por 15,000 observadores domésticos y 700 observadores internacionales, representando el número más grande de observadores en la historia de Honduras. Debemos aceptar los resultados y apoyar el proceso electoral que representa más del 60 por ciento de los electores, el más alto en más de una década, que eligió libremente a Juan Orlando Hernández como presidente del país. n
Los observadores internacionales han afirmado que apoyan los resultados y que la elección fue conducida apropiadamente. Además, representantes de la mayoría de los partidos políticos estuvieron presentes en casi todos los precintos donde los votos fueron contados. Así que cualquier declaración de fraude referente a estos resultados, va en contra de la verdad y no es apoyada por los eventos de ese día. n
Cuando viajé a Honduras en septiembre del 2009 después de la crisis política, encontré un pueblo que anhelaba cambios democráticos y denunciaba los intentos de Mel Zelaya por obtener el poder absoluto. Con esta elección, este pueblo eligió rechazar la violencia, la intimidación, la ideología izquierdista, y usar su poder de votar para prevenir las políticas destructivas del pasado. n
Sin embargo, el nuevo líder enfrenta serios retos, incluyendo un congreso dividido, y tiene que luchar contra problemas económicos, corrupción, falta de empleo y tráfico de drogas en uno de los países más pobres del Hemisferio. Para que la democracia perdure, también hay que enfrentar la falta de seguridad y derechos humanos en Centroamérica, especialmente la amenaza del crimen organizado y los traficantes de drogas. n
Con las elecciones concluidas, este nuevo comienzo presenta a los Estados Unidos una oportunidad para revaluar nuestra relación bilateral con Honduras. La policía y las fuerzas armadas necesitan ser entrenadas ya que estas instituciones sufren de corrupción. El nivel históricamente alto de impunidad en Honduras es inaceptable. Por eso hay una gran necesidad de apoyo de parte de EEUU para que los funcionarios hondureños puedan fortalecer el sistema judicial y juzgar a violadores de derechos humanos. El nuevo gobierno también debe iniciar reformas y seguir colaborando con organizaciones no gubernamentales para traer más transparencia y responsabilidad. n n También es vital apoyar el entrenamiento a unidades de investigación del tráfico de drogas, el lavado de dinero, el contrabando de armas y los crímenes contra poblaciones vulnerables. Durante el año y medio anterior, el gobierno de Honduras, con nuestro apoyo, interceptó más de 22 toneladas métricas de narcóticos y capturó $21 millones de dólares relacionados al narcotráfico. n
Espero que los pueblos en El Salvador y Nicaragua presten atención a estas elecciones como un modelo para lograr un futuro democrático. Honduras es importante porque comparte ideales y valores comunes con el pueblo estadounidense derivados de nuestra creencia en los principios democráticos y las libertades fundamentales. Esta semana el pueblo hondureño expresó su afirmación de estos principios universales. Nos corresponde a nosotros apoyar a este pueblo y ayudar a vencer los retos por venir.
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