miércoles 19  de  febrero 2025
OPINIÓN

La reapertura: ¿Hay luz al final del túnel?

La creatividad ha sido por excelencia una herramienta clave para superar las crisis, especialmente en momentos de incertidumbre
Diario las Américas | SONIA SCHOTT
Por SONIA SCHOTT

Recientemente se celebró el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, instaurado por Naciones Unidas, para promover el pensamiento creativo como medio para resolver diversos problemas.

De hecho, la innovación y el desarrollo siempre han definido a Estados Unidos desde sus comienzos.

Cómo olvidar la máquina de coser Singer, la aspiradora, los jeans Levi, el teléfono, la bombilla eléctrica, los rascacielos, el aire acondicionado, el aeroplano o los supermercados, como tantos otros inventos estadounidenses.

La creatividad ha sido por excelencia una herramienta clave para superar las crisis, especialmente en momentos de incertidumbre, como ahora cuando todo el mundo se pregunta cómo continuará la vida en la era Covid y después.

Durante una videoconferencia organizada por el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), en Washington, el expresidente de Boeing Jim McNerney sostuvo que si bien es imposible predecir lo que sucederá, se espera que habrá una aceleración de las tendencias actuales en diferentes áreas como la enseñanza virtual, la telemedicina, el comercio electrónico o las teleconferencias versus viajes aéreos de negocios. Es decir, la realidad virtual se impondrá y la creatividad deberá tener su espacio para responder a tantas necesidades.

La tecnología está ahí, aunque de acuerdo a los nuevos retos debamos mejorar o encontrar maneras más imaginativas para extender su aplicación.

Sin embargo, a medida que nos acercamos al momento de levantar el bloqueo sanitario a nivel nacional, el tema se torna más difícil, tanto para empresas como para individuos, al no entender los límites entre lo que es conveniente o no hacer. Y es que el país sigue dividido, en este caso entre cual debe ser la prioridad: la salud o la economía.

A juzgar por una importante cantidad de personas que han vuelto a ocupar los espacios públicos a lo largo del país, existe la sensación de que muchos sectores piensan que ya han tenido suficiente y que es hora de volver a “la vida normal”.

Pero, ¿es posible volver al estilo de vida de antes o tendremos que reformular nuestros hábitos ante las nuevas circunstancias?

En realidad muchos gobiernos regionales se han movido rápidamente para asegurar que están listos para hacer negocios, animados por el propio presidente Donald Trump, quien ha estado presionando para que la economía de Estados Unidos cambie a modo operativo.

No obstante, no es una exageración decir que esta prisa está llena de riesgos potenciales.

En las primeras etapas, y ante el efecto sorpresa, Estados Unidos, como muchos otros países, tardó en reaccionar con medidas más expeditas y diligentes, y luego de varios meses de confinamiento parcial, los niveles de contagio y decesos todavía no han llegado a los valores deseados, por lo que los temores se activan.

Incluso Corea del Sur y Alemania, que han sido elogiados por haber impuesto restricciones controladas y pruebas masivas, han visto pequeños aumentos en las tasas de infección, lo que nos recuerda que todavía estamos en una etapa experimental.

En efecto, el 73% de los adultos en Estados Unidos dice que, al pensar en los problemas que enfrenta el país por el brote de coronavirus, creen que lo peor está por venir.

Alrededor del 66% de ellos dice que su mayor preocupación es que los gobiernos estatales levanten las restricciones a la actividad pública demasiado rápido, entretanto un 32% manifiesta que este asunto no sucede lo suficientemente rápido, de acuerdo al Centro de Investigación Pew.

Por lo pronto, la coordinadora del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre el coronavirus, Deborah Birx, ha dicho que es difícil saber si el país volverá a cerrar debido a la pandemia.

Birx sostuvo que los próximos meses representarán un proceso de aprendizaje sobre “cómo mantener la apertura y la seguridad".

En todo caso, una vez que se levanten las restricciones será difícil ver cómo se da marcha atrás y se impone otro bloqueo a una multitud que probablemente estará al aire libre durante el verano, llenando las playas, los negocios, restaurantes o los vuelos comerciales.

Es indudable que nadie quiere que la economía colapse pero esta es una prueba de fuego, y aquellos negocios o industrias que no estaban en buena situación antes de la crisis, seguramente desaparecerán. Pero también para otros representará una oportunidad para reinventarse, corregir errores del pasado y enfocarse en las nuevas preferencias del público.

Los analistas, que siguen de cerca el tema económico, coinciden en que los cambios estructurales más probables serán la reorganización de la cadena de suministro en un marco de creciente proteccionismo.

La apertura también se ha vuelto leña para el fuego que alimenta la división política.

Por ello el tema de China se ha incorporado como un asunto político bipartidista en la agenda electoral

La vuelta a la normalidad y las críticas implícitas al manejo de la pandemia por parte de la administración Trump serán temas inevitables durante la campaña electoral presidencial este año. Tal vez después haya más tiempo para la creatividad.

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