El Senado ha cambiado una antigua regla sobre filibusterismo u obstruccionismo, un proceso parlamentario que permite que el partido de la minoría impida un voto para confirmar a jueces u otros nombramientos del Ejecutivo basándose en preocupaciones políticas o ideológicas.
Éste es un mecanismo importante para asegurarse que cualquier partido que esté en la minoría tenga voz. Aunque en menos número, como todas las minorías, sus derechos están protegidos, particularmente en el Senado que es siempre un organismo donde el proceso es más lento, más deliberativo, en comparación con la Cámara de Representantes.
El jueves pasado, el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, dio fin a esa tradición. nLos demócratas del Senado aprobaron lo que se conoce popularmente como la u201copción nuclear u201d que socava el papel de la minoría para determinar quién se une al poder judicial o al ejecutivo.
Antes, hacían falta 60 votos para detener un filibusterismo, pero ahora una simple mayoría será suficiente, eliminando un sistema democrático de debate en el Senado. Con esto, los Demócratas han divido más al país. n
Es cierto que ambos partidos han abusado del filibusterismo para impedir que los presidentes seleccionen el equipo que ellos creen protege mejor su visión e intenciones. Sin embargo, los demócratas siempre han sido los que han hecho más difícil que un presidente republicano pueda gobernar.
En el 2003-2005, cuando George W. Bush estaba en el poder, los demócratas exigieron 60 votos para numerosos nombramientos porque ellos eran el partido de la minoría y no querían que el Presidente ejerciera su autoridad para formar su equipo. Cuando hay filibusterismo, la voz de la minoría cuenta porque el partido de la mayoría puede ser tiránico. Esto lo vieron muy claro los fundadores de la Patria. n
El resultado inmediato de la avaricia política de Harry Reid es que el presidente Obama tendrá la oportunidad de aprobar más regulaciones y llenar las cortes de jueces liberales que fallen a su favor.
En un importante acto de recaudación de fondos en Dallas, el 6 de noviembre, Obama les dijo a los allí reunidos: u201cEstamos rehaciendo las Cortes u201d, porque quiere incorporar a la muy importante Corte de Apelaciones del Distrito de Washington D.C. tres nuevos jueces que no son necesarios, pero que son jueces de ideas liberales. n
Obama debe sentirse preocupado cuando trata de hacer esto porque las encuestas muestran que el desastre del Obamacare puede afectar adversamente a muchos demócratas que están postulados para las próximas elecciones de medio período en el 2014.
También muestra la hipocresía suya y del senador Reid. Cuando ellos estaban en la minoría, ambos defendieron la importancia del filibusterismo. n u201cTodos en esta sala saben que si optan por poner fin al filibusterismo, si optan por cambiar las reglas y poner fin a los debates democráticos, entonces la lucha, la amargura y la paralización serán peores u201d, dijo Obama el 13 de abril del 2005. El senador Reid estuvo de acuerdo.
Ahora, Reid dice que él tiene derecho a cambiar de opinión. nSupuestamente estos cambios sólo afectan a los nombramientos judiciales y para la rama ejecutiva. Los nominados a la Corte Suprema también pueden ser objeto de filibusterismo pero u00bfcómo puede uno creer que la regla se mantendrá cuando el inmenso poder de esa Corte esté en juego? n
Algunos dirán que los conservadores pueden consolarse porque algún día ellos serán la mayoría, pero esto es erróneo. La tiranía de una mayoría, no importa de qué partido, es una tiranía.
Quizás la regla se cambie pero es lamentable que los demócratas, desesperados, hayan alterado un significativo proceso democrático y envenenado aún más las aguas en Washington. nCon este cambio la voz de la minoría en un cuerpo tan importante como el Senado ha quedado significativamente disminuida.