No hay Patria sin virtud, ni virtud con impiedad. Pbro. Félix Varela.
Hace doce años, el régimen castrista segó la vida de dos luchadores incansables que dedicaron y sacrificaron gran parte de sus vidas a la lucha por la libertad de Cuba
No hay Patria sin virtud, ni virtud con impiedad. Pbro. Félix Varela.
Esta humilde reflexión es en honor a la memoria de dos grandes hombres: Oswaldo Payá y Harold Cepero, que lucharon por la libertad de Cuba en su aniversario de martirio número duodécimo. He aquí el poder de la resiliencia y el valor humano frente a la opresión de un régimen asesino y sanguinario por 65 años lamentablemente existente en la pobre isla cárcel.
Publicar hoy en el Diario Las Américas este aniversario es un gran honor, porque no solo estaríamos honrando a estos dos mártires, sino que sería una gran fuente de inspiración y llamado a la acción pacífica para todos los que amamos y creemos en el presente- futuro democrático de nuestra Casa Cuba.
Hace doce años, el régimen castrista segó la vida de dos luchadores incansables que dedicaron y sacrificaron gran parte de sus vidas a la lucha por la libertad de Cuba. Por su parte Oswaldo Payá fue un líder opositor con principios cristianos bien definidos y sus valores humanos profundos le llevó a fundar el Movimiento Cristiano de Liberación junto a otros colaboradores que también fueron testigos de su entrega en favor de los Derechos Humanos para el bien de sus hermanos en la isla. Su entrega le impulsó a promover el Proyecto Varela, una iniciativa que buscaba el cambio legislativo a través de un referéndum. A pesar de la férrea represión, atentados y amenazas logró reunir junto a sus colaboradores más de 25,000 firmas de cubanos que apoyaban el proyecto. Oswaldo, ejemplo de padre y esposo, hombre de familia, hermano y amigo fue testimonio y ejemplo de sacrificio en la entrega de su vida por la libertad de Cuba.
El joven Harold Cepero activista y miembro del Movimiento Cristiano de Liberación muy conocido por su personalidad humilde, pensamiento profundo del sentido de la vida y carisma simpático representaba a los pinos nuevos; es decir representaba a la nueva generación deseosa de vivir en plenitud de libertad de Derechos a tener Derechos Humanos. Su prematura muerte por culpa del régimen castrista a los 32 años fue un duro vacío y tristeza profunda para sus familiares y para todos los que tuvimos no sólo el privilegio, sino el honor de formar parte de su vida. Pero al mismo tiempo sembró un legado de valentía en el corazón de muchos de nosotros que hoy seguimos levantando la voz por la libertad de todos los cubanos que viven bajo la opresión de una dictadura sanguinaria, hostil y maquiavélica. Harold nos enseñó a ser auténticamente libertadores en tierra de esclavitud y muerte.
A doce años hoy del cruel asesinato, es sumamente imperativo recordar el legado de: Oswaldo Payá Sardiñas y el de Harold Cepero Escalante. Sus vidas fueron fiel testimonio del precio que se paga por la libertad de Cuba. Hoy y siempre a todos los mártires de la libertad de Cuba la Patria os contempla orgullosa y nosotros también.
Hoy que el régimen no se crea que hay derrota en el corazón, tristeza sí por habernos arrancado a dos hermanos de lucha, pero derrota jamás la verá en nuestra mirada y corazón. La libertad y la justicia no son regalos que se reciben pasivamente, sino que se deben conquistar con valentía, determinación, perseverancia y sacrificio supremo. Que el recuerdo de Oswaldo y Harold siga inspirándonos a vencer la oscuridad del comunismo castrista-Canel con la luz de la verdad, la justicia y la libertad de ser por siempre la Patria para el bien de todos.
En paz descansen sus almas y las de todos los fieles difuntos héroes de la libertad de Cuba. Amén.