El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, denunció que el narcotráfico pretende asaltar las bases de su gobierno, con la participación de dirigentes de su oposición, bajo un esquema de calumnias y conmoción social. Tras señalamientos desde la Fiscalía de Nueva York, en Estados Unidos, sobre su presunta cooperación en una trama de supuesto financiamiento con operadores de narcotráfico, el mandatario dijo que estas acusaciones en su contra provienen “de un delincuente que no ha mostrado una sola prueba”.
De acuerdo con Hernández, estos argumentos representan una muestra de venganza hacia el responsable de quien hizo huir al acusador y entregarse a la justicia estadounidense.
A partir de sus declaraciones ante a prensa, el presidente hondureño acusó a Manuel “Mel” Zelaya, Luis Zelaya Medrano y Salvador Nasralla de ser “promotores del asalto” gubernamental con “la confabulación de delincuentes de maras y pandillas y narcotraficantes”.
Juan Orlando Hernández ha viajado recientemente a Estados Unidos para impulsar una agenda diplomática en función de mejorar las condiciones de los hondureños inmigrantes, beneficiados por la medida cancelada de TPS.
Incluso, el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Honduras, Lawrense J. Gumbiner, recibió en su despacho esta semana al presidente hondureño para ajustar la cooperación binacional con especial atención hacia la migración irregular, la lucha contra la corrupción, el desarrollo económico, la seguridad regional y el desmantelamiento de redes criminales trasnacionales.
Este tipo de acciones develan, a su juicio, una condición frontal de lucha contra la delincuencia organizada. De hecho, el mandatario centroamericano ha definido esta estrategia como una “conspiración contra la actitud hostil” que su administración ha demostrado contra el narcotráfico. En efecto, recordó que ha impulsado en el poder legislativo un proyecto de ley para el control del estado sobre el financiamiento de las campañas políticas. Ha insistido en aplicar el brazo duro de la justicia, con la cooperación de naciones defensoras de la democracia, facilitando incluso la extradición de su acusador en Nueva York, “mandamos un mensaje a todo mundo, que no se nos acerque nadie, ni correligionarios, ni parientes ni amigos ni ningún hondureño cuando se trate de ir en contra de lo que dice la ley”.
Mencionando cifras de operaciones contra las bandas de narcotráfico durante su mandato, Juan Orlando Hernández destacó que resulta poco coherente el argumento desprendido desde la investigación de la Fiscalía de Nueva York sobre su presunta participación en la trama de financiamiento con dinero producto de lo que él mismo combate. Instó a Manuel “Mel” Zelaya, Luis Zelaya Medrano y Salvador Nasralla a renunciar a la agenda que supuestamente encabezan para generar desestabilización en Honduras.