Lo peor que le podría pasar a los salvadoreños es que su modelo de crecimiento y la calidad de su democracia se vean golpeados por la injerencia chavista
Casi cinco millones de salvadoreños acudirán na las urnas el próximo domingo para nelegir presidente. n
La mayoría de las encuestas reflejan que nno habrá un claro ganador por lo que será nnecesaria una segunda vuelta. Con una ncomplicada situación económica y una endémica ncrisis de violencia en la que las pandillas njuegan un papel protagonista, el nuevo npresidente se enfrentará a un gran reto. n
De nuevo nos encontramos con que el nfantasma del chavismo está perturbando nla tradicional y saludable batalla entre nderecha e izquierda."La próxima elección nserá una definición entre socialismo del nsiglo XXI o democracia, entre respetar las ninstituciones del Estado o incumplirlas, nentre autoritarismo y libertad", ha denunciado nel candidato conservador de ARENA, nNorma Quijano. n
Al otro lado, Salvador Sánchez Cerán, ncartel del FLMN, no ha tenido reparos nen alabar la figura de Chávez, mostrar nsus simpatías por la dictadura castrista y nanunciar que en caso de ganar, integrará nal país en el grupo de los países del ALBA. n
Como tercera opción, el expresidente nElías Antonio Saca, que si como es previsible nqueda descartado en esta primera nvuelta, apoyaría al candidato de ARENA nen la segunda y sería clave para propiciar nel desalojo de la izquierda del poder. n
El país que entrega el presidente Mauricio nFunes presenta algunos avances nsociales y una leve mejora en el asunto de nla violencia pero el crecimiento económico nsigue siendo excesivamente lento. nLo peor que le podría pasar a los salvadoreños nes que su modelo de crecimiento ny la calidad de su democracia se vean ngolpeados por la injerencia chavista que ntanto daño está causando en la región y nque ha quedado tristemente retratada en nla Cumbre de la CELAC, celebrada esta nsemana en La Habana