Esto se veía venir. Como si no bastara con los problemas en la cadena de suministro causados por la pandemia de coronavirus, ahora se suman los derivados de la invasión de Rusia contra Ucrania, conflicto bélico tan descabellado como inoportuno, que ya ha puesto en apuros a millones de empresas alrededor del mundo.
En Estados Unidos, la presión se ha hecho sentir, naturalmente, y en el plano empresarial, los pequeños negocios son los que podrían llevarse la peor parte. En el sur de Florida, por ejemplo, ya se ha dado la voz de alarma ante el posible agravamiento del problema, en particular para aquellos que se desempeñan como contratistas.
Planificar con anticipación
Justamente es lo que aconseja. Para la abogada experta en construcción y desarrollo, Lisa Colon, citada por el diario South Florida Business Journal, "los embargos contra el Kremlin, así como las interrupciones en los materiales suministrados por Ucrania, dejarán a algunas empresas cada vez más vulnerables al aumento de los costos".
Colon, de Saul Ewing Arnstein & Lehr LLP y quien lleva más de 20 años asesorando a empresas constructoras, dijo que "los contratistas generales han establecido [acuerdos] para fijar precios de ciertos bienes y materiales desde antes de la invasión", al propio tiempo que se preguntó qué va a pasar con la fijación de precios ahora y cuánto más van a ser exprimidos los contratistas.
Lógicamente, "las empresas más grandes tienen más acceso al crédito para comprar los materiales que necesitan", matizó la experta, pero las más pequeñas, por ser más vulnerables a este tipo de situación, serán las más afectadas. En cuanto a la rama más perjudicada dentro del sector, Colon vaticinó que será la de fabricación, reparación e instalación de techos.
"Las empresas de techado, ya sean grandes o pequeñas, simplemente no tienen la capacidad de competir", remarcó la especialista, no sin antes expresar también su preocupación por las compañías más fuertes, las que según ella no son inmunes al problema.
Entre las medidas que deberían implementar estas firmas, puntualizó, se encuentra la planificación del presupuesto, ya que no deberían dejar nada al azar en términos de estimaciones del costo de sus proyectos.
Escasez de materiales básicos
De acuerdo con el mismo reporte de BizJournals, Rusia es un importante proveedor de cobre, níquel y aluminio, mientras Ucrania es una sustancial fuente de hierro y acero. Como resultado de los embargos comerciales internacionales contra Moscú y la interrupción de la producción en Kiev, es lógico entonces que suban los precios de esos materiales básicos, al tiempo que se vuelven más escasos.
Para las firmas de construcción, desgraciadamente, este es un gran problema que se añade al ya existente como consecuencia de la pandemia, en cuyo punto más álgido el tiempo de entrega de esos materiales llegó a estar entre los seis y doce meses.
De acuerdo con las previsiones de Colon, "lo que vamos a ver es una contracción continua de la cadena de suministros", lo que "ejercerá una mayor presión sobre esos materiales" tan necesarios en el mencionado sector.
Alto costo de la construcción
Al parecer, no sólo las empresas del sur de la Florida estarán sintiendo los efectos de la guerra ruso-ucraniana: los residentes surfloridanos podrían ser perjudicados con el alza de los precios de las viviendas y los edificios de apartamentos.
"La gente se está mudando al sur de la Florida en cifras significativas, y ahora el costo de la construcción está subiendo", señaló la experta, quien además no le ve una salida al problema a corto plazo, sobre todo porque la oferta del sector no está a la altura de la demanda.
Tal como ocurrió al inicio de la pandemia de coronavirus, en la que muchos hicieron compras compulsivas, algunas empresas locales han acaparado los materiales que necesitan, de ahí que tanto la demanda de espacios de almacén como las tasas de alquiler industrial se hayan incrementado.
Datos de Colliers recopilados por BizJournals revelan que entre el cuarto trimestre de 2020 y el mismo período de 2021, las tarifas de espacios industriales aumentaron un 12,27 %, llegando a alcanzar un precio de $10,98 el pie cuadrado en el condado Miami-Dade; un 10,13% a $10,11, en el de Broward, y un 11,25 % a $10,09, en Palm Beach.
Ahora que la situación ha empeorado con el conflicto ruso-ucraniano, las mismas estadísticas reflejan que las tasas de disponibilidad de almacenes se han reducido al 2,8% en Miami-Dade; al 4,4%, en Broward, y al 3,2%, en Palm Beach.
En cuanto al retraso de las operaciones comerciales, estos tres condados ya acumulan más de 84 millones de dólares por exportaciones con Rusia y otros 17 millones por el mismo concepto con Ucrania.
Agravamiento en la crisis mundial
Si los Estados Unidos, en general, y la Florida, en particular, están sufriendo los efectos de la guerra, ¿qué decir del resto del mundo? Hoy, prácticamente nadie escapa del problema en la cadena de suministros, ya sea por la tardanza en la entrega de innumerables artículos o por el consiguiente aumento de sus precios.
Así, mientras de un lado se desvían vuelos y buques de carga, con las subsiguientes demoras en el suministro, del otro se disparan los precios de muchos productos, en especial del combustible.
Súmele a ello que muchas empresas y fábricas han tenido que cerrar porque sus almacenes no dan abasto. Y al tiempo que se paraliza la producción, como es natural, también crece la incertidumbre de la gente por no saber qué ocurrirá si la guerra en Ucrania se extiende.
Según la abogada comercial de Greenberg Traurig, Laura Rabinowitz, los efectos de esta crisis variarán por cada industria y dependerán de la duración de la invasión. Sin embargo, el impacto será magnificado, debido a que las cadenas de suministros ya estaban lastradas por la pandemia.
Citada por "The New York Times", la experta recordó que "todavía hay una enorme congestión portuaria en Estados Unidos, los costos de transporte son muy altos y los cierres de fábricas en Asia siguen siendo un problema".
En medio de ese panorama, y tras más de dos años de interrupciones, retrasos y precios elevados para las empresas que utilizan cadenas globales de suministro, se añaden ahora nuevos problemas para el desplazamiento de las mercancías, de ahí que muchas industrias ya se preparen para el empeoramiento de la situación.
Tim Uy, economista de Moody's Analytics, citado por CNN en español, dijo que "el mayor riesgo que enfrentan las cadenas de suministro globales ha pasado de la pandemia al conflicto militar entre Rusia y Ucrania, y a las incertidumbres geopolíticas y económicas que este ha creado".
En su opinión, la guerra ruso-ucraniana no hará más que exacerbar la situación de las empresas en muchas industrias, especialmente aquellas que dependen de recursos energéticos, toda vez que el costo del petróleo se ha disparado con el consiguiente aumento del precio de la gasolina.
Empeoramiento de la inflación
La combinación de todos estos problemas empeorará aún más la inflación, si cabe. En los Estados Unidos, por ejemplo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un alza del 7,9 % en los últimos 12 meses, según datos de febrero proporcionados por la Oficina de Estadísticas del Departamento del Trabajo.
El alza anual en los índices de la gasolina (38,0 %), los alimentos (7,9 %) y la vivienda (4,7 %), fue, precisamente, el responsable del citado incremento en el IPC, el mayor reportado desde enero de 1982.
Para el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, el futuro de la economía estadounidense no está muy claro que digamos porque "los efectos a corto plazo de la invasión a Ucrania, la guerra en curso, las sanciones [impuestas a Rusia] y los eventos por ocurrir, siguen siendo muy inciertos".
La escalada en los precios de los productos que no puedan llegar a tiempo, ya sea que se transporten por aire o mar; desde China o cualquiera de los 35 países a los que Rusia les ha cerrado su espacio aéreo, seguramente será clave en el panorama que está por venir.
De momento, hay que apretar el bolsillo. A la catástrofe que ha significado la pandemia de COVID-19 y que, por desgracia, sigue significando, hay que sumarle esta otra de carácter bélico que, como sal sobre la herida, no está haciendo más que empeorar la crítica situación en la cadena de suministros.
Sobre el Dr. Rafael Marrero
Multipremiado economista, empresario, comentarista de noticias y autor ‘Bestseller’ de Amazon. Graduado de las universidades de Stanford y Cornell, es un reconocido experto en EEUU en contratación federal, emprendimiento para pequeñas y medianas empresas y gestión de proyectos.