Sin duda, lo feo sí se hereda. Con solo ver a los padres uno puede comprobar la verdad del dicho: “de tal palo tal astilla.” De la misma manera, uno puede ver una persona guapísima y notar que había genética de dónde sacar eso y decir: “hijo de tigre, pintito.” El color de ojos, el tipo de cabello, si tienes un piquito de cabello en la frente y hasta los lunares se heredan.
Hablando de feos, aquí les va un chistecillo de feos: Había un hombre tan feo que cuando lo llevaron a una casa de espantos, regresó con una oferta de empleo.
Pero la pregunta de hoy es: ¿se hereda la pobreza?
Hay familias que llevan 3, 4, 5 y hasta más generaciones viviendo en una tremenda pobreza. Creo que eso comprueba que la pobreza se hereda. Hay dos tipos de herencia: La pobreza pasiva y la pobreza activa. La herencia pasiva es la que se lleva en la sangre y es pasiva porque simplemente sucede y ya está. Pero la herencia activa, se llama así porque es un comportamiento de los padres que se trasmite a los hijos y que estos imitan. Son los llamados patrones de comportamiento que los padres les dejan en herencia a sus hijos. Estos patrones pueden ser, por ejemplo, de responsabilidad y trabajo honrado; pero hay otros patrones de comportamiento que se asemejan a las cadenas de los presos y se las ponen a los hijos cuando se convierten en adultos. Los hijos las reciben, porque desde chiquitos, se las han visto puestas a los padres y creen que así debe ser. Desgraciadamente estas cadenas conducen y mantienen a la siguiente generación también en la pobreza.
Es triste escuchar como muchas personas se resignan a decir “como decía mi papá, ‘así nos tocó la vida’”, “para nosotros es normal batallar para pagar la casa, la luz y nunca tener ahorros, ya estamos acostumbrados”. Tienen razón, como es lo que han visto en sus abuelos y en su casa, es todo lo que conocen: la esclavitud de la pobreza.
Si uno procede de una situación familiar parecida, es muy difícil a menos que aprendas otro patrón de vida romper con ella. Ahora bien, todos tenemos una caldera interna que genera esperanza, pero se toma una chispa externa para encenderla y hacerla arder hasta que te dé la fuerza interior, el carácter, para rechazar esas cadenas o, simplemente, reconocer que las tienes puestas y darte el coraje para quitártelas y decir “YA BASTA”.
Cuando una persona o familia dice “YA NO MÁS” es cuando se rompen esas cadenas generacionales de escasez y aquella familia que nunca había tenido ahorros, logra juntar $1.000 dólares en 30 días. Esa chispa externa es aprender de finanzas personales, lo que te permite ver un patrón de vida distinto y que se puede aplicar a tu vida.
Como ves, podríamos decir que sí se hereda la pobreza, pero puedes encender esa caldera de esperanza y rechazar esa genética. Empápate bien de esto, lee más artículos, escucha mi show en la radio, toma el curso Paz Financiera y verás cómo cambia tu perspectiva y tu vida financiera para vivir como dice el dicho, “Señor quítame lo pobre porque lo feo con dinero pasa”.