miércoles 20  de  noviembre 2024
OPINIÓN

Tareck El Aissami ¿entrega o detención?

Tareck El Aissami cayó en desgracia hace 14 meses por negarse a compartir con compañeros de su partido el destino de los ingresos de negocios ilegales, pero no estaba preso, vivía relativamente cómodo en Fuerte Tiuna

Diario las Américas | IBÉYISE PACHECO
Por IBÉYISE PACHECO

El régimen miente con tanta frecuencia que buena parte del país está convencida de que lo de Tareck El Aissami forma parte de un show de la dictadura. Lo seguro es que la detención del exvicepresidente de Economía, también expresidente de Petróleos de Venezuela y miembro del círculo íntimo de Nicolás Maduro no sucede por un impulso de justicia o una intención de enfrentar la corrupción, y que poco o nada vale la palabra del fiscal Tarek William Saab escupiendo delitos, sostenida sobre improperios que construyen un falso relato en el que un día por arte de magia aparecieron cinco testigos que condenan a El Aissami, Samark López y Simón Zerpa después de 14 meses de que trascendiera el asalto a más de 20 mil millones de dólares del erario.

Maduro entrega la cabeza o encierra en prisión a El Aissami por un alto interés. ¿Cuál es? Para llegarle han de considerarse dos eventos aparentemente inconexos que ocurrieron en paralelo en lugares distintos: la sentencia a 21 años y 9 meses de prisión en Estados Unidos del general Clíver Alcalá Cordones por narcoterrorismo y por su relación ilegal en funciones de gobierno con las FARC, es uno. El otro hecho decisivo fue la visita a Venezuela del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha emitido duras críticas a Maduro por la inhabilitación de María Corina Machado y de su sustituta designada Corina Yoris.

La posición política del presidente de Colombia en la coyuntura actual sobre Venezuela ha coincidido con la de la administración de Joe Biden. La visita de Petro no resulta ni casual ni inocente, y según fuentes de inteligencia, llevaba el objetivo de entregar un mensaje, por un lado, y también de obtener información. Sobre esto los cubanos y de manera especial los rusos, alertaron a Maduro haciendo ver que Petro colaboraba con Estados Unidos.

Los americanos saben también que la gente de inteligencia de Putin ha asesorado a Maduro sobre los movimientos de la CIA en la región. Y a su vez, justamente con su equipo, los estadounidenses manejan información inquietante sobre el tema de Guyana y las acciones que podría tomar el régimen en caso de desesperación, porque eso sí, todos saben que la popularidad de Maduro está en el foso y que en un proceso electoral la derrota pende sobre su cabeza. ¿Conversaron sobre eso los mandatarios? ¿Qué información obtuvo Petro que puede interesar a EEUU y qué va a recibir Maduro?

A los americanos les interesa también precisar sobre nuevas rutas ilegales de droga, oro y combustible, construidas y extendidas en los últimos años. Clíver Alcalá a pesar de haber negado vinculación con el narcotráfico todavía puede colaborar con el tema. En tanto Tareck El Aissami es bueno recordar que en el año 2008 era ministro de Interior y Justicia, mientras Alcalá Cordones era comandante de la 41 Brigada Blindada de Valencia cuando fue capturado el narcotraficante Walid Makled. De esa detención trascendió que el decomiso había sido amañado, que la supuesta cocaína era cal y que por eso había sido incinerada de inmediato. También en ese entonces, fuentes de inteligencia precisaron que esa operación fue montada para que El Aissami se quedara con esa ruta para el tráfico de droga.

Coloquemos también como alimento para el análisis un detalle nada casual: Tarek William Saab calificó a El Aissami, a López y Zerpa como espías de los americanos.

En síntesis, un régimen podrido, antes y ahora. Una cleptocracia sostenida sobre la corrupción y su relación con el crimen organizado que ha conseguido aliados en las peores tiranías.

Tareck El Aissami cayó en desgracia hace 14 meses por negarse a compartir con compañeros de su partido el destino de los ingresos de negocios ilegales, pero no estaba preso, vivía relativamente cómodo en Fuerte Tiuna. ¿Por qué lo encierran ahora? Maduro aspiraba información para recuperar el dinero robado el cual le urge ahora más que nunca cuando se acercan unas elecciones presidenciales que le exigen billete para repartir.

Maduro se siente en tiempo de descuento para confrontar un proceso electoral con el rechazo de casi todo el país, y del chavismo específicamente, que lo percibe como el jefe de una mafia corrupta.

El Aissami tampoco se chupa el dedo. Y volvemos entonces a los elementos aparentemente inconexos del mismo día. La gente de Putin advirtió a Maduro que Tareck había logrado transmitir información a agentes americanos. Esto no debería sorprender puesto que esa comunicación la establecieron de manera deliberada él y el general Hugo Carvajal aun estando vivo Hugo Chávez. Años después “el Pollo” Carvajal me confesó en una entrevista que no avanzó más por desconfiar de los gringos. Falta ver cómo le irá ahora que será enjuiciado por narcotráfico y que su destino puede ser una condena parecida a la de Alcalá Cordones. Mis fuentes presumen que El Aissami y “el Pollo” han de saber que los americanos suelen ser agradecidos con buena información. Tal vez Maduro hasta considere usar a El Aissami como ficha de canje; en eso la dictadura ha mostrado habilidad.

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