Guatemala va de mal en peor.
Al menos eso es lo que indican las cifras más recientes de la violencia en la sufrida nación de Centroamérica.
Como promedio, en el pequeño país desaparecen diariamente 5,7 personas desde 2003. Las estadísticas del Grupo de Apoyo Mutuo, una entidad que se define como una “organización de derechos humanos que promueve la verdad, la justicia y la memoria histórica, así como la lucha contra la violencia y la corrupción”, desde ese año hasta el pasado han sido reportado como desaparecidas 25.192 personas.
Guatemala es el territorio más poblado de América Central, con 16 millones de habitantes, y tras una guerra de 36 años que culminó con la firma de la paz en 1996, siempre ha vivido bajo la horrible sombra de la violencia generada por las pandillas y el narcotráfico.
Como reporta nuestro corresponsal en la región, durante la actual presidencia de Otto Pérez Berger, quien llegó a la más alta oficina de la nación con el Partido Patriota (PP) y es el primer militar electo tras la instauración de la democracia en el país, han desaparecido 11.605 habitantes, una cifra muy superior a las del Gobierno de Óscar Berger (4.439) y Álvaro Colom (4.027).
Los guatemaltecos necesitan encontrar el verdadero camino de la paz, que definitivamente pasa por políticas gubernamentales que garanticen la seguridad ciudadana y tengan como objetivo la reducción de los altos índices de violencia.
En realidad, la anterior afirmación es aplicable a muchas de las naciones del hemisferio. Sólo de esa manera podrán construirse un futuro mejor. Los pueblos necesitan acciones reales que mejoren la calidad de sus vidas.
domingo 20
de
julio 2025