lunes 24  de  marzo 2025
EL JARRÓN CHINO

¿Por qué sucede aquí?

"Seamos claros. En algún momento, como país tendremos que considerar el hecho de que este tipo de violencia masiva no sucede en otras naciones avanzadas. No sucede en otros lugares con esta frecuencia".  Son palabras de Barack Obama, presidente de los Estados Unidos tras el tiroteo en una histórica iglesia metodista de la comunidad negra de Charleston (Carolina del Sur), donde murieron nueve personas por los disparos del joven de 21 años Dylann Roof.

Por MANUEL AGUILERA

"Seamos claros. En algún momento, como país tendremos que considerar el hecho de que este tipo de violencia masiva no sucede en otras naciones avanzadas. No sucede en otros lugares con esta frecuencia".  Son palabras de Barack Obama, presidente de los Estados Unidos tras el tiroteo en una histórica iglesia metodista de la comunidad negra de Charleston (Carolina del Sur), donde murieron nueve personas por los disparos del joven de 21 años Dylann Roof.

Me parece muy interesante, valiente y autocrítico que el Presidente de esta gran nación, que en muchos aspectos es un modelo de democracia y sociedad para otros países, encare sin esconderse uno de los grandes fracasos del sistema americano. Lamentablemente, nos hemos acostumbrado a que una alerta informativa interrumpa nuestra cotidianeidad para anunciarnos que ha ocurrido una matanza protagonizada por un joven armado, ya sea en una escuela, un cine, una iglesia o un centro comercial. Es inadmisible que hayamos perdido la capacidad de sorpresa ante esta barbarie y que tras unos días de interés informativo  sobre quienes eran las víctimas y el análisis de las razones que llevaron al asesino a cometer tal atrocidad, volvamos a comentar la actualidad política o a discutir sobre los resultados deportivos borrando de nuestra mente noticias como la de esta semana en Charleston sin haber llegado al fondo de la cuestión.

En este caso, en el de un joven blanco disparando sobre una comunidad negra es inevitable abrir el debate sobre el racismo y el acceso a las armas. El propio Obama, visiblemente afectado, lamentó que "personas inocentes fueron asesinadas en parte porque alguien que quería hacer daño no tuvo problemas en conseguir un arma".

Nunca está de más aumentar los controles para dificultar que un desequilibrado tenga acceso a un arma o impulsar políticas para que la convivencia en un país interracial como los Estados Unidos transcurra con las menos tensiones posibles. Pero sin dejar de dar importancia a estos asuntos y volviendo a la pregunta de Obama lamentando que este tipo de matanzas no suceden en otros países avanzados, creo que hay otro lugares en las que hay tensiones entre comunidades y acceso a las armas en que igualmente no se lamenta esta violencia tan extrema.

Quizás la diferencia haya que buscarla fijándonos en el dato de que últimamente son personas muy jóvenes las que aprietan el gatillo y en unos segundos siegan las vidas de decenas de personas al mismo tiempo que acaban con el futuro de sí mismos y de sus familias porque estos asesinos tienen madres, padres y hermanos que viven para siempre con la lacra de lo ocurrido al igual que las personas cercanas a las víctimas inocentes.

Son jóvenes solitarios, con poca comunicación familiar. Viven pegados a sus computadoras y dispositivos. Se relacionan con la violencia de manera natural y sin control a través de la pantalla. Suelen elegir una causa para hacer ensoñación de su violencia. Quizás sea por ahí por donde debamos empezar a encarar la interrogante que plantea el Presidente.

 

 

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