viernes 7  de  febrero 2025
TECNOLOGÍA

El Cat S60 a prueba: un teléfono todoterreno

Se puede sumergir hasta a cinco metros de profundidad en el agua durante una hora sin sufrir daños

El smartphone Cat S60 es un acorazado del mundo de los celulares: resistente al agua y a los golpes, lleva además una cámara térmica.

¿Y para qué sirve una cámara térmica? Por ejemplo, para comprobar en qué punto cierra mal la ventana. La cámara muestra claramente el lugar del marco por el que se va el calor o entra el frío del invierno. No es una solución al problema, pero sí el primer paso para arreglarlo.

El fabricante del Cat S60, que pesa 223 gramos y es resistente a golpes, al agua y al polvo, es la firma británica Bullit Group, pese a que en la carcasa aparece dos veces también el logo del productor estadounidense de máquinas para la construcción Caterpillar.

En el uso diario queda claro de inmediato que el S60 es un teléfono correcto, pero no extraordinario. Mide 12,7 milímetros y el resistente marco de metal hace difícil su uso con una sola mano.

Debido a que el marco sobresale bastante, se junta polvo en los márgenes de la pantalla. El procesador Snapdragon 617 de ocho núcleos aguanta bien y cuenta con 32 GB de memoria (23 disponibles) y 3 GB de RAM, tarjeta Dual-SIM, LTE y sistema operativo Android 6.

La pantalla de 4,7 pulgadas HD (1.280 x 720 píxeles) tiene suficiente nitidez, pero le falta brillo. En las pruebas elsmartphone falla asimismo en la correcta recepción de llamadas y en la calidad del sonido. La cámara hace fotos de mediana calidad.

Los puntos fuertes del teléfono se ven en terrenos difíciles. La sólida funda aguanta los golpes. Si se cae en un charco de una obra en construcción, no hace falta más que secarlo. Se puede sumergir hasta a cinco metros de profundidad en el agua durante una hora sin sufrir daños, aunque para ello hay que accionar las tapas amarillas que protegen el micrófono y los altavoces.

Todas las conexiones están protegidas por tapas herméticas, aunque la que cubre el enchufe USB no da muy buena impresión. Lleva brújula y GPS y la batería de 3.800 miliamperios aguanta hasta dos días si no se la agota en exceso.

Luego está la cámara térmica, que viene incorporada en la parte trasera, por encima de la de fotos. Con su ayuda y de la app Flir se pueden analizar tanto fugas de calor como cables eléctricos o cañerías, ver cuánto gas queda dentro de una botella de propano o elegir por la mañana el pan más calentito de la panadería.

También revela si algún equipo electrónico está sobrecalentándose al trabajar. La cámara admite varios tipos de imágenes, videos y panoramas y con un movimiento del dedo se puede alternar entre la imagen real y la de la temperatura.

La resolución no es sin embargo demasiado alta, ya que apenas llega a 80 por 60 píxeles. En una foto terminada sobre una imagen real la resolución máxima es de 640 x 480 píxeles. No alcanza para colgar un cuadro con ellas en la pared, pero sí para descubrir pérdidas u otros problemas.

Flir, el fabricante de la cámara, ofrece por unos 300 euros un módulo externo con 160 por 120 píxeles. Los modelos profesionales que usan los bomberos o los asesores energéticos cuestan, en comparación, varios miles de euros y su calidad es de no más de 320 x 240 píxeles.

En resumen, el Cat S60 es muy resistente y la cámara térmica útil, pero su gran tamaño y peso lo hacen un teléfono complicado para el uso diario, por lo que quien no necesite realmente estas características puede mejor ahorrarse elprecio de casi 650 euros que cuesta (599 dólares en EEUU). Por casi 300 euros se puede adquirir además la cámara térmica FLIR One como módulo externo para Androids y iPhones.

FUENTE: dpa

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