El fomento del teletrabajo como herramienta para evitar la propagación del COVID-19 en entornos laborales es una medida que se ha recibido con preocupación en algunos sectores ante las complicaciones que conlleva trasladar esta forma de trabajo a la realidad de numerosas empresas, sobre todo en relación a la gestión de horarios y a la organización interna de los equipos.
Pero la ausencia o mejorable calidad de los medios técnicos es otro factor determinante. Como señalan desde la compañía de comunicaciones Viasat, gran parte del segmento empresarial del país ibérico depende de Internet y "el acceso a una red de calidad, estable y potente, es vital para asegurar que el rendimiento no se vea afectado".
En España, más de 10 millones de personas carecen de una conexión de 30Mbps, una velocidad que la Unión Europea recomienda como mínima y que se incluye en sus objetivos para la agenda digital de este año. Se trata del 21 por ciento de los españoles que, en su mayoría, se encuentran en zonas rurales que todavía no tienen Internet de alta velocidad, según los últimos datos recogidos por el Ministerio de Economía y Empresa en 2018 citado por la empresa.
Por comunidades, Andalucía es la región con más habitantes sin acceso a Internet de alta velocidad (1.831.761), seguida de Cataluña (1.323.033) y de Galicia (1.042.764). Si se atiende al porcentaje de población con acceso a una conexión de menos de 30Mbps, Castilla-La Mancha presenta la situación peor preparada, con el 44 por ciento sin llegar al mínimo recomendado por la Unión Europea (897.712 habitantes).
En la situación opuesta se encuentran Melilla, con el 5 por ciento de su población por debajo de los 30Mbps (4.301 habitantes); Madrid, con el 8 por ciento (509.975), y País Vasco, con el 9 por ciento (205.000).
FUENTE: Europa Press