Los futuros residentes de esas casas sólo tendrán que pagar entre 200 y 250 dólares por sus techos, una cifra que, comparada con los astronómicos costos de los alquileres hoy en día en nuestra urbe, es francamente surreal y bienvenida
La buena noticia llegó desde Coconut Grove, donde varias figuras de la política local colocaron el miércoles las primeras paletadas simbólicas de arena de lo que será un proyecto de viviendas para ancianos de bajos recursos.
Como resultado de este esfuerzo, los futuros residentes de esas casas sólo tendrán que pagar entre 200 y 250 dólares por sus techos, una cifra que, comparada con los astronómicos costos de los alquileres hoy en día en nuestra urbe, es francamente surreal y bienvenida.
Lo novedoso, y muy loable del hecho, es que la construcción de los inmuebles es el resultado de una estrecha colaboración entre los sectores público y privado con un objetivo común: dar una mejor calidad de vida a los menos favorecidos.
Fue justamente una de las más emblemáticas empresas de construcciones de la Ciudad del Sol, Related Group, encabezado por el magnate de origen cubano Jorge Pérez, la escogida para dar vida al proyecto inmobiliario.
Iniciativas como esta, donde el Gobierno federal proveyó 6.6 millones de dólares en bonos para la construcción, el Condado Miami-Dade entregó 3.4 millones de dólares y la Ciudad de Miami aportó 2.3 millones de dólares, son las que ganan de vuelta la confianza de los votantes.
“Esta ciudad debe incluir a todo el mundo, en especial a nuestros viejos. Porque se llega a una edad en la vida en la que no se puede costear Miami. Es necesario entender eso y convertirlo en políticas que mantengan a nuestros abuelos con nosotros”, afirmó el comisionado de la Ciudad de Miami Marc Sarnoff.
Sin dudas, el Gobierno, y nuestros representantes a todos los niveles, deben tener el bien de quienes los eligieron, y de los menos favorecidos, como su prioridad número uno.
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