lunes 19  de  mayo 2025
PROFESOR UNIVERSITARIO

Una región vulnerable…

Estrategia que con independencia del saqueo de los recursos en la época colonial, no posibilitó a esos países un desarrollo más coherente y exitoso

Diario las Américas | EUGENIO RODRÍGUEZ BALARI
Por EUGENIO RODRÍGUEZ BALARI

-Resultan ciertamente preocupantes las reducciones en el crecimiento económico de los más poderosos países desarrollados, incluyendo China y EEUU.

Y no sólo por el interés específico de sus propias sociedades, sino porque además impactan sobre la de otras muchas naciones, al traer aparejadas reducciones de importaciones de materias primas o recursos naturales; como por ejemplo es el caso de la mayor parte de los de América Latina y el Caribe.

Vale la pena recordar que la política y la economía son dos factores que se interrelacionan e influyen recíprocamente.

El conocer o pronosticar los comportamientos macroeconómicos, permiten visualizar y hasta pronosticar ulteriores o cambiantes situaciones que pueden ocurrir en la política.

-Con excepción de EU y Canadá, que pusieron desde siglos anteriores proa a procesos de industrialización, tecnificación y fortalecimiento del mercado doméstico y elevación del consumo; el resto de los países del continente americano, se caracterizó por desarrollar economías agroexportadoras, de explotación de recursos naturales e importación de productos manufacturados del exterior.                                                                

Estrategia que con independencia del saqueo de los recursos en la época colonial, no posibilitó a esos países un desarrollo más coherente y exitoso.

-En los últimos años los índices de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de los países latinoamericanos, se vieron beneficiados por el aumento desde el exterior de las importaciones de materias primas; crecieron sus economías y se alcanzaron beneficios sociales, por supuesto en algunos más que en otros, casos por ejemplo de Brasil o Perú, que mostraron alentadores crecimientos.                                                                                  

-Sin embargo dados los bajos ritmos de la recuperación económica mundial y las reducciones del crecimiento en China, así como los modestos índices que experimentan países asiáticos, europeos o los EU; la situación que esto desencadena, se vuelve insegura o adversa a las naciones que basan sus economías en las exportaciones de recursos naturales.                                                                                                          

Ello supone que los índices de crecimiento sean modestos, impliquen involuciones o nuevas y desfavorables coyunturas sociales.

-Ante esas realidades la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), orientó a sus especialistas realizar nuevos ajustes a sus análisis y pronósticos, acerca del comportamiento económico esperado y sobre todo, alertar los próximos impactos sociales que se producirán.

-La desaceleración de varios de países desarrollados o incluso recesión; la estiman en el orden del 0,3%  para el año; por lo que han considerado poner sobre el tapete, los nubarrones que se ciernen sobre las economías latinoamericanas y caribeñas; porque a su juicio no se aprecian posibilidades de recuperar las tasas de crecimiento obtenidas en años anteriores, ni lograr mantener el gasto público; lo que evidenciaría un panorama económico/social nuevamente involutivo y una región periódicamente marcada por la vulnerabilidad económica y social.

-El informe de Desarrollo Social nos permite extraer otras informaciones, porque según el organismo de Naciones Unidas, la reducción de la pobreza se detuvo desde el 2012, mientras la indigencia o miseria continúo mostrando una ligera tendencia elevarse.                                                                                       

0tras estimaciones dicen  que durante el 2014, en 19 países de la región había 167 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza; lo que significaba el 28% de la población de estas; agregando que un 12% o sea 71 millones se encontraban viviendo en condiciones de miseria.

El documento señala que son los niños, los jóvenes,  las mujeres, los adultos mayores y las personas con discapacidad; así como los pueblos indígenas y las poblaciones afro-descendientes; quienes más lastimados se encuentran o sufren situaciones de discriminación, carencias, privación de derechos o vulnerabilidades sociales.

-La CEPAL ratifica que ante tal situación, América Latina y el Caribe continuará siendo la región del planeta con mayor desigualdad en términos de distribución de los ingresos.        

Lo que llama la atención y no deja de ser algo contradictorio, cuando desde hace años predomina la presencia de gobiernos que se han inclinado hacia el desarrollo económico, pero con amplias políticas de beneficios públicos o sociales.

-En larga lista de problemas que aquejan a las poblaciones del continente; la CEPAL agrega, que el más decisivo e importante problema es el del trabajo; porque a través de este se genera la mayor parte de los ingresos en los hogares de la región, aunque con elevadas desigualdades, inherentes a sus formas de distribución.      

Súmese las bajas remuneraciones que por lo general recibe el  llamado trabajo informal, que como se conoce es considerablemente mayoritario en los países del área.

-Entre las extensas carencias  a que los ciudadanos latinoamericanos y caribeños  se encuentran expuestos, nos expresa la CEPAL, es que no disponen seguro de desempleo, ahorros monetarios, seguros de salud, pensiones o jubilaciones decorosas y seguros privados.

 

Un elevado por ciento de ellos, no cuentan con viviendas decorosas o propias donde poder vivir.

 

-El informe muestra altos porcentajes de individuos viviendo en situaciones de pobreza o miseria; sin embargo aparecen insertados en el mercado laboral, por lo que sus ingresos son bajos e insuficientes para satisfacer sus necesidades y los de sus familias.

También llaman a comprender la importancia y urgencia de que se creen empleos formales, de mayor calidad, más productivos y mejor remunerados.

-Para concluir hacen una consideración a reducir los desequilibrios y desigualdades, explicando que son condición indispensable para atenuar la pobreza y contribuir al propio desarrollo económico en la región.

También una válida reflexión al valorar que los impactos no sólo provienen de la economía, sino igualmente de la política e incluso del propio medio ambiente.             

-Concluyen diciéndonos que la diversidad productiva y los cambios estructurales no se deciden sólo en el terreno económico; porque el desarrollo social es consecuencia sistémica y debe ser inclusivo, por lo que el mejoramiento del nivel de vida de la población a de ser un requisito indispensable para asegurar la prosperidad y estabilidad económica en cada país y la región en su conjunto.

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar