viernes 14  de  marzo 2025
ENTREVISTA

Valerie Domínguez debuta en Hollywood tras decir "sí, yo creo"

MIAMI.- La actriz colombiana da sus primeros pasos en la meca del cine con la película cristiana Do You Believe? o El poder de la cruz

La actriz barranquillera Valerie Domínguez visitó esta semana las oficinas de DIARIO LAS AMÉRICAS  para promocionar la primera película de Hollywood en la que actúa, Do You Believe?, titulada en español El poder de la cruz.

La ex Señorita Colombia 2005, quien quedó entre las 10 finalistas en Miss Universo, está radicada en Los Angeles y este es su gran debut en la meca del cine como parte de un elenco conformado por Mira Sorvino, Sean Austin, Lee Mayors (The Six Million Dollar Man), Alexa Penavega y Cybill Shepherd. 

“Doce almas que se mueven en direcciones diferentes, todas buscando algo más. Cuando sus vidas se entrecruzan, cada una está a punto de descubrir el poder de la cruz de Cristo, aún cuando todavía no crean. Un pastor es conmovido por la fe visible de un viejo predicador de esquina, quien le recuerda que la creencia verdadera requiere acción. Su respuesta inicia un viaje motivado por la fe que impacta a todos los que toca en una forma que solo Dios podría orquestar”, reza la sinopsis de la película.

Domínguez, quien proviene de una familia dedicada al negocio de la joyería en su natal barranquilla, se decidió por la actuación tras participar en Miss Universo y en esta cinta interpreta a Elena, una enfermera que lo entrega todo por su profesión. En la televisión hispana la hemos visto en exitosas telenovelas como El último matrimonio feliz o Un sueño llamado salsa.

¿Cómo llegaste a El Poder de la Cruz, tu primera película en EEUU?

Todo ha sido un proceso desde que me mudé a Estados Unidos, porque he tenido que dejar de hacer ciertos proyectos para enfocarme en algo que quiero desde hace mucho tiempo. Finalmente encontré a Tim Taylor, mi actual mánager, quien trabaja en Luber Roklin Entertainment, una muy buena agencia de mánagers.  Tim me mandó a este casting. Cuando llego me dice el director de casting “ah, tú eres de Tim, más vale que seas buena porque habló muy bien de ti”. Y yo dije “no, me dicen esto justo antes de entrar, cómo me hacen esto”. Los castings son muy duros por eso me pongo muy nerviosa. Entro hago el casting y me voy. Pasan diez días y no se nada más.  Me llaman y me dicen “te quieren ver otra vez”, y yo “¿no que tenía mucho acento?”. Vuelvo y ya estaban el productor y el director. Cuando termino, el director de casting me dijo “tú eres buena”, eso nunca te lo dicen. Yo lo miré y le dije “gracias”, pero fue un gracias de corazón de esos de “yo trabajé esta escena”.

Un cuento comiquísimo que ellos contaron el día de la premier hace unas noches y es que tú entregas el resume con la foto del otro lado y yo lo llevaba laminado. Uno hace lo que hace todo le mundo. Pero yo llegué a la conclusión de que tenía que laminarlos porque te salen castings y tienes que correr, yo tengo en mi carro un closet permanente, tengo las cosas tiradas ahí y la mejor manera en que tú entregas un buen papel es laminado (risas). Los tipos eran muertos, “qué profesionalismo”, y le piden el resume al que estaba haciendo la escena conmigo y dice “no, no tengo,  yo se los mando” y dicen “bueno tenemos uno que no tiene y una que lo tiene laminado”, y me llamaron la laminated girl. Cuando el director le preguntó al productor “al fin qué vamos a hacer con este personaje” dijo “I want the laminated girl”. No sabían mi nombre pero sabían que yo era la del currículo plastificado.

¿Cómo ha sido el cambio tan drástico de ser una súper estrella en Colombia a vas a hacer una audición y nadie sabe quién eres?

Eso se llama amor al arte. No importa quién eres o no eres. Estoy haciendo también comerciales acá en EEUU, ya he hecho cuatro. Esto no es “me da pena, yo soy, yo fui”. Yo voy, hago mi trabajo, voy a trabajar y estar haciendo comerciales sirve en el proceso mientras consigo el trabajo que quiero. Igual acá en EEUU todo el mundo hace casting, los famosos, los no famosos.  Y me encuentro con gente que ha trabajado en varios proyectos pero que de pronto no han pegado, estoy yo, que tengo un nivel más avanzado, y  una niña que acaba de empezar pero que la tiene una buena agencia. Para poder ir a los castings tienes que tener una agencia que te representa para que te den la cita y si no, no te la dan. Ese ha sido otro paso también. Hace un mes firmé con Abrahams Theatrical, es una muy buena agencia.  Eso fue maravilloso, es el primer pilot season que hago con una agencia y con un mánager. Puede que tengas un call back, puede que llegues a la cita con los productores. De los 20 pilotos a los que fui, más de la mitad tuve call backs.  Sé que voy en buen camino, sigo trabajando no hay que parar de trabajar nunca.

¿Cómo fue trabajar con actores reconocidos?

Trabaje con Alexa Penavega, con Sean Austin.  Con algunos sólo me crucé en la escenas. Fue súper lindo. Con Liam Mathews, el que hacía de mi esposo, nos sentábamos en el hotel con cuaderno y teníamos que crear toda la historia. Yo le doy una vida anterior a la película a mis personajes. Somos una pareja de casados, qué problemas tenemos por qué los tenemos, por qué llegamos a estos conflictos. Entonces aprendemos muchísimo, porque cada uno tiene cosas en la cabeza,  “esto le sirve a él, esto me sirve a mí” y llegamos a cosas en común para crear el conflicto.

El subtexto

Claro, el subtexto. Yo eso no lo entendía muy bien cuando estaba en Colombia porque empecé actuar sin haber estudiado nada.  Pero tuve grandes actrices como Alejandra Borrero y Carolina Sabino, y ellas me guiaron muchísimo.

¿Te sigues preparando a nivel actoral?

Sí, tengo una coach permanente, es como un sicólogo que sabe la historia de uno y sabe como guiarte. Ella sabe casi todo de mi vida, ya muchísimo de mí a esta altura.  Yo soy una actriz de método, el método Strasberg (Lee Strasberg Theatre and Film Institute), que fue como empecé. Yo necesito cargarme emocionalmente y utilizo todo mi pasado, cosas que me han pasado con mi familia y personas muy cercanas. Yo creo esa historia con lo que me llega mí y eso se refleja en el personaje para que salga como si fuera real. Tengo mi coach de acento, esto es de todos los días. Estuve leyendo una entrevista de Bradley Cooper para lo de American Sniper, donde tiene el acento tejano, y decía que tres horas al día tocaba trabajar.

Yo nunca estudie actuación, estudie diseño de modas, diseño de joyas.  Cuando empecé a actuar en mi primera novela entera El último matrimonio feliz, tuve la gran oportunidad de la vida de tener a Elkin Días, el actor que trabajaba como mi esposo, que era fuertísimo me maltrataba, etc., el es un actor de método. Todo viene Stanislavski, de Rusia. El y otros actores colombianos son de la vieja guardia, del método, el director de la novela Luis Orjuela también. El había estudiado en Rusia actuación y dirección. Para mí todo era “wao, qué emoción” y empecé a investigar.  Ellos me guiaron, durante toda la novela ensayaba con Elkin y me decía “Val de adentro, de adentro, si lo traes de adentro y lo relacionas con lo tuyo, relaja tu cuerpo, entre más relajado tu cuerpo mejor, mas fácil es acceder a todo”.

¿Cuál fue la parte que más te emocionó del libreto?

Desde que me fui de Colombia he tenido cosas muy fuertes en mi vida que me abrieron los ojos y me mostraron otra parte de la vida que no había visto y ha sido maravilloso. Fue como descubrir otra parte en mí y sigo en esa búsqueda constante, teniendo fe, creo en Dios, pero es una búsqueda constante de paz, tranquilidad, amor en mi vida, lo que sea que pase, que no me mueva de mi base.

Mi personaje Elena representa a las personas que no creen y pasan de no creer nada o creer poquito, a ver algo que le cambia la vida y terminar creyendo. La mayoría de la gente cree sin tener que ver, eso es la fe. En el caso mío, de Elena, ella ve lo que ve y finalmente cree.

¿Cuál fue la lección más grande que te dejó esta experiencia?

Inicialmente el nombre de la película Do You Believe?  Ay, yo estaba desesperada en esos días.  Yo decía “Ay diosito lindo, ya que sea lo que quieras”. Son muchos momentos en que uno dice “tiro la toalla”. Tenía que viajar a Colombia para un comercial, terminé el casting ese día, hice unas fotos y viajé. Y dije “ya si no fue, no fue”, porque le meto todo al corazón. Aterrizo y recibo un email de Tim y me dice “tenemos propuesta de la película”. Al mismo tiempo salió otra donde Brad Pitt era el productor y yo le digo “no puedo esperar a que salga la otra”. Si esta ya salió, yo quiero esta película, porque me llama la atención el personaje, es súper bonito, el título.  Yo dije “sí, sí, yo creo, y ahí vamos”.

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