Esta visita es también una bofetada en la cara a la memoria de los pilotos de Hermanos al Rescate, que fueron cobardemente asesinados por el régimen de Castro; y para todos los que hemos huido de la opresión de Castro ver nuestro avión presidencial Air Force One aterrizar en La Habana
Como muchos en el sur de la Florida, estoy consternada con la reciente noticia de la inminente visita del presidente Obama a la aún oprimida isla de Cuba. Es absolutamente vergonzoso que Obama gratifique a los Castro con la primera visita a Cuba por un presidente americano en funciones, desde que comenzó el reinado de terror del régimen.
Durante más de 50 años, los cubanos han salido huyendo del régimen de Castro pero, el país que les concede refugio, Estados Unidos, ha decidido abrazar literalmente a sus opresores. No ha habido ningún avance en lo que respecta a los derechos humanos en el gulag de la isla de los hermanos Castro, ni han mejorado las condiciones en Cuba desde que esta administración comenzó a ofrecer al régimen concesión tras concesión.
Esta visita es también una bofetada en la cara a la memoria de los pilotos de Hermanos al Rescate, tres ciudadanos y un residente de Estados Unidos, que fueron cobardemente asesinados por el régimen de Castro; y para todos los que hemos huido de la opresión de Castro ver nuestro avión presidencial Air Force One aterrizar en La Habana.
En lugar de defender la democracia, como lo hacen los líderes disidentes, como Las Damas de Blanco, Jorge Luis García Pérez 'Antúnez' y otros, la administración Obama ha decidido complacer a los envejecidos autócratas que gobiernan negando a los cubanos sus más básicos derechos humanos. Por desgracia, este anuncio encapsula la política hacia Cuba del presidente Obama, caracterizada por concesiones unilaterales y negligencia intencional a las reclamaciones estadounidenses.
Hay muchas razones: la seguridad de nuestra nación, reclamos sin resolver de propiedades estadounidenses, la extradición de fugitivos actualmente en Cuba huyendo de la justicia de Estados Unidos, la continua opresión al pueblo cubano y el continuo encarcelamiento de activistas proderechos humanos, sólo para nombrar algunas, de por qué viajar a Cuba es un error de Obama.
Quizás la razón más significativa de que este viaje es una vergüenza es porque, como presidente de los Estados Unidos, Barack Obama debería ser el abanderado de los ideales y valores que nuestra nación representa. Personas en todo el mundo miran a Estados Unidos como un faro de esperanza.
¿Qué esperanza tendrán los oprimidos bajo los dictadores, cuando el líder del mundo libre aterriza en La Habana para abrazar al peor dictador en nuestro hemisferio, que ha sido responsable de incontables muertes, dolor inconmensurable y sufrimiento? En definitiva, este viaje demuestra que esta administración ha rebajado el papel de Estados Unidos como líder y defensor de los derechos humanos y la democracia en el mundo. Ese será el legado del presidente Obama.
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