
Las becas fue ese "invento revolucionario" en Cuba donde se implantó la idea de vincular el estudio con el trabajo. Muchos lo recuerdan con nostalgia, y otros con cierto reproche. Para unos fue una divertida experiencia, para otros algo muy parecido a una carcel o a un campo de concentración donde se perdía toda la privacidad tan necesaria en la adolecencia. Buena, mala o regular, la idea era separarnos de nuestros padres y del hogar para que el Gobierno pudiera ejercer más influencia psico-socio y politica sobre nosotros para manipularnos y adoctrinarnos a la medida de sus necesidades, pero ¿logró su objetivo? Lo conversamos en Juan Juan al medio. ¿Usted qué opina?