En la Academia de Ciencias de California, Neuralink reveló los resultados de años de trabajo y ofreció una mirada al futuro de las interfaces cerebro-computadora. La compañía compartió que ha desarrollado hilos más delgados que un cabello humano que pueden ser implantados en el cerebro. Los sensores se colocan en el cráneo y transmiten la información a una computadora que se lleva puesta detrás de la oreja. Los usuarios podrían entonces controlar sus teléfonos inteligentes y otros dispositivos, mientras que las aplicaciones podrían registrar datos críticos que proporcionan las neuronas. La compañía espera tenerlo en un paciente humano antes de que termine el próximo año.
viernes 14
de
marzo 2025