Un enorme yate de lujo llamado Go se estrelló el pasado 24 de febrero en el muelle del Sint Maarten Yacht Club en Simpson Bay en la isla caribeña de San Martin, después de que un error de funcionamiento de la computadora hiciera que la tripulación perdiera el control de la embarcación, como informó USA Today.
Como agregó este medio, el yate tiene capacidad para unas 38 personas: 18 pasajeros y 20 de tripulación. Afortunadamente, nadie resultó herido tras el accidente.
Según reveló la página SuperYachtFan, el yate, de 250 pies y valorado en 90 millones de dólares, es propiedad del empresario multimillonario Hans Peter Wild, dueño de la marca de jugos Capri Sun.
"Wild es un multimillonario suizo. Vendió su empresa Rudolf Wild GmbH a Archer Daniels Midland en 2014 por 2.200 millones de dólares", se lee en esta página. Y suma que "en 2017 compró y se convirtió en presidente del club de rugby francés Stade Français".
Por su parte, Michele Korteweg, la gerente del club de yates de San Martín, indicó que debido a los daños que provocó el accidente, la reparación del muelle podría tomar varios meses.
Un reporte del medio The Daily Herald añadió que Korteweg ha estado supervisando la inspección para reportar los daños ante el seguro, además de que un ingeniero estructural hará un resumen sobre las afectaciones. Mientras tanto, el muelle permanece cerrado hasta nuevo aviso para priorizar la seguridad de las personas.
En informaciones posteriores, Simon Johnson, el capitán del yate de 77 metros, ofreció declaraciones sobre el accidente. En entrevista exclusiva con The Daily Herald, describió "los momentos previos al repentino mal funcionamiento del control del yate", así domo detalles del procedimiento de alineación para salir de Simpson Bay Lagoon el miércoles 24 de febrero.
Aunque el yate, construido en Turquía en 2018, está completamente controlado por computadora, el software aparentemente le falló al capitán británico en el peor momento posible, lo que lo llevó a elegir un impacto deliberado con el muelle de madera de St. Maarten Yacht Club.
En torno a este problema de software, Johnson señaló que se está investigando para detectar qué sucedió exactamente. Mientras tanto, el yate permanece en Ile de Sol Marina.
Como señaló este medio, "Johnson ha defendido su récord impecable como capitán y sus decisiones en una fracción de segundo que evitaron un desastre mucho peor". Sobre los momentos previos al impacto, contó que “cuando estábamos a unos 50 metros de distancia y manteniéndonos en posición, el yate comenzó a moverse misteriosamente hacia adelante. No parecía que pudiera hacer nada; todos los controles del puente mostraban normalidad. Llamé a la sala de máquinas y todo estaba normal allí".
Luego descubrió que “tenía un control extremadamente limitado, casi limitado solo a la hélice de proa, pero ahora con solo 50 metros entre nosotros y el puente, tuve que tomar una decisión rápidamente".
Pero, por fortuna, "no hubo heridos y el puente vial arterial de la isla no se vio comprometido", dijo.
FUENTE: Con información de USA Today / SuperYachtFan