martes 4  de  febrero 2025
20 de mayo

Activista cubano pide "luchar por una República sin caudillos"

"El exilio cubano siempre ha tenido el lema 'prohibido olvidar'. Y ese es un reto para nosotros los jóvenes, dentro y fuera de Cuba", declaró Félix Llerena
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

A los 21 años, Félix Llerena tuvo que salir de Cuba tras ser expulsado de la universidad y sometido a persecución y arrestos por parte del régimen. Félix representa, junto a muchos otros jóvenes dentro y fuera de la isla, el arrojo de una generación que alza la voz frente a un sistema político.

Ese mismo empuje protagonizado por jóvenes que se enfrentaron a dictaduras en la Cuba de antes de 1959, está presente hoy y para muchos se inspira en los avances democráticos alcanzados durante la República nacida el 20 de mayo de 1902. Ese es el caso de Llerena, quien aboga por la construcción de una República, de una Cuba libre y democrática.

Como explicó, en Cuba se da la paradoja de que “hay muchos lugares que se llaman 20 de mayo, avenidas, plazas, tiendas. Y por desgracia los cubanos no saben qué significa el 20 de mayo”. Por eso tachó de “triste” esta manipulación de información dentro del régimen, pero también algo “lógico”, pues “cuando ves la historia de Cuba, hay tres generaciones dentro de un sistema que ha tergiversado todo lo que tenga que ver con la República, porque evidentemente a ellos no les conviene mostrar lo que logramos siendo República”.

Llerena destacó importantes avances: “Logramos muchísimos indicadores, tanto económicos, como también sociales y por supuesto políticos”. También consideró los puntos débiles dentro de estos cambios “imperfectos, al fin, como somos nosotros”. Por ejemplo, se refirió a “errores muy lamentables condujeron a una primera dictadura con [Fulgencio] Batista, y el remedio fue peor que la enfermedad, porque al final vimos en qué se convirtió la revolución cubana, traicionada y en una tiranía comunista”.

“El 20 de mayo, para las nuevas generaciones marca el inicio de nuestra historia como República”, zanjó Llerena, embajador para Cuba dentro de la organización Juventud y Democracia en las Américas, dedicada a la promoción de los derechos humanos y la democracia. Según su opinión, “tendríamos que regresar a ese pasado, a lo que lograron los cubanos para llegar a ese 20 de mayo”.

Ante la pregunta de qué tuvieron que hacer los cubanos para llegar a ese punto, dijo con firmeza: “Luchar por la propia independencia”. De ahí su visión de un 20 de mayo “esperanzador”, pues “ese día de la independencia total cubana -de España, de los EEUU-, ese día por el cual los mambises lucharon, nos llama a luchar por otro 20 de mayo, por ese mismo propósito”.

El propósito, detalló, es “la construcción de una República, de una Cuba libre, independiente, democrática, sobre todo con el estado de derecho, y que los cubanos tengan las mismas oportunidades”.

A su juicio, “ese es el mayor símbolo que puede tener, sobre todo para las nuevas generaciones, que no conocimos la República, que tampoco tenemos familiares directos que la conocieron, así que esa es la visión, luchar por otro 20 de mayo, un mejor 20 de mayo”.

Llerena invita a defender “una República con instituciones más sólidas, y sobre todo, sin buscar caudillos, sin buscar ese paradigma del líder supremo, mesiánico, que nos va a lograr salvar de esta situación. Cada cual, desde su punto de vista y radio de acción, aportando modestamente su granito de arena, tiene el deber de construir esa República que queremos todos y que una vez tuvimos y nos arrebataron”.

Y en esa línea, recordó que “el exilio cubano siempre ha tenido el lema ‘prohibido olvidar’, tanto en los crímenes del castrismo como en nuestra historia. Y ese es un reto para nosotros los jóvenes, dentro y fuera de Cuba. El llamado es a no olvidar las cosas terribles y los errores que nos llevaron a una destrucción de un país en su totalidad; pero también a no olvidar lo bien que nos fue como República, con sus aciertos y sus desaciertos, pero pudimos construir algo nuestro, pues como decía Martí, era amargo, pero era nuestro vino”.

Llerena también sueña con una Cuba de diplomacia respetuosa con las otras naciones. Sobre la imagen diplomática de Cuba hacia el mundo, declaró que “es muy triste, es una vergüenza como país, que cuando se sientan y enganchan la bandera de la delegación cubana, manchan a la gente dentro de Cuba”.

Recordó los “episodios horribles en Naciones Unidas, de un show de golpes contra las mesas, de gritos, que no han dejado hablar a personalidades internacionales. Hemos visto cómo el régimen ha silenciado las voces disidentes en Ginebra, en Nueva York. Y más que silenciado, les ha hecho un acto de repudio al estilo CDR [Comités de Defensa de la Revolución]. Eso, como cubanos, nos deja muy mal parados en el mundo. Y así pasa en cualquier otro tipo de cumbre”.

Según Llerena, la Cuba añorada “tiene que tener profesionales, gente preparada, que conozca lo que sabe, y que dejen muy bien paradas a las nuevas generaciones de cubanos. Una construcción de paz y armonía. No traer una subversión política en las embajadas cubanas, que es lo que hoy se está haciendo en cada embajada, un nido de espionaje, de desestabilización política y contratación de agentes de inteligencia en los distintos países de izquierda del mundo, específicamente en América Latina”.

“La embajada cubana tiene que pasar de eso a ser un cambio general en promoción de derechos humanos, para poder dar el paso que necesitamos, que es salir de las dictaduras y de la fragilidad democrática que tiene el continente”, enfatizó el joven, que planea estudiar Relaciones Internacionales.

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