MIAMI.- “El ejercicio de carácter estratégico que se está llevando a cabo en una suerte de sincronía del pueblo venezolano y la comunidad internacional, y en donde el punto de articulación es Juan Guaidó como miembro de la generación del 2007, está creando una realidad que va a ser objeto de estudio y análisis de las escuelas de Ciencias Políticas del mundo en los años por venir. No exagero si señalo que la experiencia venezolana va a servir de base para enfrentar las amenazas inéditas que tiene una nueva forma de ver y entender la democracia en el siglo 21. Los manuales del siglo XX no sirven absolutamente de nada para poder torear esta circunstancia que estamos conociendo y viviendo”.
Así lo aseguró el jurista venezolano y actual secretario de la Iniciativa Democrática de España y las Américas, IDEA, Asdrúbal Aguiar, quien fue invitado a ofrecer una clase magistral llamada “Hacia dónde va Venezuela” ante un grupo de alumnos del Miami Dade College, en la sede de Kendall, donde analizó los cambios generacionales que se han dado no solo en Venezuela sino en eventos mundiales que de alguna manera han marcado los destinos de la nación caribeña y de algunos países de la región.
Explicó que en 2019 se ha dado el cierre de una crisis generacional que duró 30 años, explicando que paradójicamente en el año 89 cae el Muro de Berlín y en ese mismo año se cierra el gobierno de partidos en Venezuela. “Si bien es cierto que el presidente que arranca en el año 1989 es un presidente que sale del partido Acción Democrática, su propio partido lo saca del poder. El segundo mandato del presidente Rafael Caldera que venía del partido Social Cristiano Copei, asume la presidencia fuera de su partido, y Hugo Chávez asume el poder en contra del sistema de partido. El modelo territorial de los partidos del siglo 20 ya agonizaba desde entonces”.
Señala que en ese momento, más allá de la caída del Muro de Berlín y de la prédica de la muerte de las ideologías, estaba emergiendo una nueva civilización. La civilización del tiempo, la civilización de la velocidad, la civilización virtual. “Y el mundo que se conoció durante 40.000 años, no exagero, que fue el mundo del poder estructurado alrededor del espacio de la vivienda, del espacio del municipio o el espacio del estado, ese mundo se agotó hace 30 años, y tiene ese tiempo esperando de las nuevas reglas, de las nuevas normas, que le den orden al desorden global de transición”.
Asegura que la globalidad y lo virtual llegó como llegó la imprenta. Cambió la civilización y los modos de hacer y de entender la política. “A los viejos intereses nacionales sobrevienen ahora los intereses globales. Diría todavía más. En este momento tiene que estarse produciendo, y no lo sabemos, una revisión cuidadosa de la doctrina de la fuerza armada de todos los países, por lo menos en el mundo occidental”.
Explica los célebres peligros internos y las amenazas a la soberanía y la codicia por los materiales estratégicos y los vienes del subsuelo, y dice que quien usa ese lenguaje está hablando de un parque jurásico. Señala que quien aún afirma que EEUU está pendiente de las riquezas minerales de Venezuela, casi que habla como si estuviese en 1600 o 1700, porque hoy en día el poder se organiza a través de la virtualidad, de los espacios sin fronteras, del mundo de las redes digitales, de la cibernética y de la tecnología.
Aguiar resalta que por eso es que corren con gran facilidad tres formas criminales que antes estaban encerradas en los territorios pero que han provocado una especie de deslave. Señala así el narcotráfico como crimen de carácter transnacional, el terrorismo como crimen deslocalizado y el tráfico global de instrumentos de transacción como son dineros y papeles.
“Nuevas realidad que generan expectativas de bienestar y nuevos peligros tiene que darse una nueva forma de entender el poder y de entender las normas de seguridad. -¿Cómo organizar los nuevos aparatos que tengan el monopolio de las armas propias del siglo XXI para enfrentar esas nuevas realidades?”·
Resalta que esto explica el porqué las luchas que se dan en el orden interno no tienen éxito al final, porque se ha estado luchando contra peligros transnacionales con las reglas locales y constitucionales de un país encerrado dentro de determinada frontera.
“Es una irresponsabilidad de muchos gobiernos que dicen decir que los venezolanos resuelvan el problema por sí solos. Es tanto como decirles a los cubanos: “qué les pasa a ustedes que han sido tan incompetentes que en 60 años no han resuelto su problema desde adentro”·
En el caso de Venezuela, asegura que la reacción colectiva se produce cuando ocurre un deslave humano, inédito en América Latina, en donde un país entra en diáspora y comienza a llenar los territorios de los otros países con el reclamo legítimo de que tienen derecho a movilizarse libremente en los escenarios globales. “En el caso venezolano por el hambre, la desventura y la falta de medicina. Y en el momento en que los gobiernos locales de esos países acusan el golpe de lo que esta ocurriendo, esa realidad lograr correr con mayor fuerza a través del mundo digital y de las redes, y es entonces cuando la comunidad internacional da un giro 180 grados”.
Al explicar el fenómeno de Juan Guaidó, Aguiar recordó una frase suya dicha hace más de 15 años, según la cual las generaciones que emergían en ese momento no estaban buscando a estadistas para gobernantes, sino conserjes, en el mejor sentido de la palabra. “Hombres capaces de alcanzar logros en el menor tiempo posible y eso es propio de la sociedad digital. Y para mí, es la generación del 2007”.
Resalta que hoy en día se observa un hecho inédito, que es el de la democracia que se muere a fuerza de elecciones, como ha ocurrido en Venezuela.
FUENTE: EBD