El Gobierno del presidente Mauricio Macri estableció este jueves un fuerte aumento en la tarifa de electricidad en el mercado mayorista en Argentina desde el próximo lunes, una medida que tendrá un impacto superior al 300 por ciento en lo que abonan los usuarios por el servicio.
El Gobierno decidió modificar el esquema de subsidios y anunció que habrá "tarifas sociales" para los usuarios de menor poder adquisitivo o de demanda mínima y, también, planes de estímulo para reducir el consumo.
La resolución publicada este jueves en el Boletín Oficial dispuso que el Precio de Referencia de la Energía en el Mercado para quienes no superen el consumo de 300 kW -aproximadamente un hogar de clase media- sea 321,39 pesos (unos 23 dólares), cuando hasta ahora era de unos 70 pesos. Habrá un precio diferencial entre las horas de mayor y menor consumo diario.
Los usuarios que consuman menos de 150 kW al mes no pagarán por el consumo, aunque sí una tarifa mínima por el servicio. Esta medida apunta a los sectores de menores recursos.
"Ante el desfasaje existente entre los costos reales y los precios vigentes y considerando las posibilidades de pago de los usuarios y la conveniencia de prevenir un impacto negativo en la economía nacional, resulta necesario sancionar un precio estacional único a nivel nacional", señala la norma.
La resolución, firmada por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, aclara que el "precio estacional", que va de febrero a abril, es "sensiblemente menor al costo de abastecimiento" de la energía eléctrica, por lo que se espera un nuevo ajuste a mayo.
Esto influirá mayormente en los usuarios de la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, donde está la mayor concentración de la población del país, ya que allí regían los mayores subsidios para una gran parte de la población.
La intención del Gobierno ahora es que paguen más los que más consumen y mayor poder adquisitivo poseen, dejando a esa porción de la población sin subsidios.
Los altos niveles de consumo eléctrico en las últimas semanas, básicamente por el funcionamiento de los aires acondicionados a raíz de las altas temperaturas del verano, provocaron que 800.000 usuarios se quedaran sin electricidad en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
El diario "Clarín" señaló que "los especialistas aseguran que, tras la desinversión que hubo en los últimos años, sumado al aumento de la demanda, recién en 2018 podría normalizarse el servicio. En el Gobierno creen, además, que el costo más alto morigerará la demanda".
El aumento de tarifas se da en el contexto de la reducción del gasto público que lleva adelante el Gobierno de Macri con el objetivo de disminuir el déficit fiscal y en el marco de una fuerte inflación por encima del 20 por ciento desde hace más de ocho años.
