LIMA.- Cuatro días después de iniciado el incendio en una galería comercial del centro de Lima, los bomberos seguían en la tarde de este lunes sin poder llegar a las cajas metálicas situadas en el techo, en las que se presume hay dos muertos.
El material altamente combustible almacenado en la galería Nicolini, dentro del complejo Las Malvinas, hace que las llamas se reactiven y los bomberos no puedan acceder a las partes altas, según admitieron fuentes de la institución.
Las familias de los dos hombres de 20 y 19 años, que laboraban en virtual esclavitud dentro de las cajas metálicas de cuatro por cuatro metros, abandonaron la esperanza y hacen velorios simbólicos.
Ya no hay la más mínima señal de que los jóvenes estén vivos. Los objetos que sacaban por los barrotes de la cajas para hacerse notar no se ven, ni se escuchan los gritos que algunas personas alcanzaron a oír en su momento.
Los jóvenes trabajaban dentro de las cajas, tipo contenedores, casi 12 horas diarias, de lunes a domingo, por 100 soles (unos 30 dólares) a la semana. Allí manipulaban pinturas y otros elementos mientras sus patrones los encerraban con candados porque decían temer que les robaran.
Según testimonios dados a la Policía y la prensa por personas que trabajaron en las mismas condiciones, las puertas solo se abrían dos veces al día: la primera cuando les llevaban un almuerzo, y la segunda cuando se marchaban. Sus necesidades fisiológicas tenían que hacerlas en recipientes dentro de los contenedores.
Cuando se declaró el incendio el jueves, varios presentes pudieron huir por sus propios medios o con ayuda de los bomberos. Encerrados por los candados, estos jóvenes no lo lograron.
Según los familiares, los dos hombres alcanzaron a enviar mensajes por celular. En los primeros bromeaban, aunque la tos era persistente, después hubo clamores desesperados y al final resignación. Herrera le pidió a su tío que cuidara a su bebe nacida hace un mes.
Testimonios recogidos por la Policía indican que la terraza en donde están las cajas pertenece a una empresa que le vendió espacio a una pareja por 70.000 soles (unos 22.000 dólares). Según testigos, era esa pareja la que esclavizaba a los trabajadores, aunque otros aseguran que hubo un subarriendo.
Cuatro días después de iniciada la conflagración, los bomberos tienen control para que las llamas no se esparzan, pero no pueden apagarlas totalmente. Hoy rescataron un gato, vivo pero demacrado por la asfixia, el hambre y algunas quemaduras menores.
Las Malvinas es permanentemente cuestionada por observadores por ser una bomba de tiempo en el centro de Lima, debido a la negligencia de los comerciantes para almacenar, al caos imperante y la elevada presencia de público. De hecho, en el lugar hay incendios menores frecuentes y en este mismo mes ya había habido otro.
FUENTE: dpa
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