La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, descartó este miércoles una "pronta" reunión entre el presidente de su país, Juan Manuel Santos, y el de Venezuela, Nicolás Maduro, después de que mandatario venezolano se mostrara confiado en un encuentro para hablar sobre la crisis fronteriza.
Durante un encuentro en Bogotá con su homólogo chileno, Heraldo Muñoz, la ministra de Relaciones Exteriores colombiana aseguró que la agenda presidencial está "copada por lo menos hasta noviembre".
"El presidente Santos tiene dos viajes al exterior en noviembre, (por eso) va a ser difícil poderla programar (la reunión). Será un poco más adelante", dijo Holguín al término del encuentro con Muñoz.
Asimismo, la canciller explicó que varios encuentros ministeriales programados en el marco de los acercamientos que ambos países han tenido para solucionar el problema fronterizo que viven desde hace más de dos meses fueron cancelados por el Gobierno de Venezuela.
Según Holguín, "esas reuniones dejan conclusiones que se llevan a una eventual reunión presidencial" por lo que esperamos "celebrar esos encuentros para poder realizar el presidencial".
En la noche de este martes, Maduro señaló en su programa de radio y televisión "En contacto con Maduro" que espera una "pronta" reunión con Santos debido a que no está "satisfecho" con el cierre fronterizo que ordenó el 19 de agosto luego de un ataque a tiros que dejó tres soldados venezolanos heridos en el estado Táchira.
Maduro ordenó aplicar el cierre del paso e impuso un Estado de excepción en municipios fronterizos en las regiones de Táchira, Zulia, Apure y Amazonas.
Además, el jefe de Estado venezolano ordenó la deportación de más de un millar de colombianos, en tanto que cerca de 20.000 retornaron por voluntad propia para evitar la deportación.
Después de insistentes llamados de la comunidad internacional, Santos y Maduro se reunieron el 21 de septiembre en Quito y acordaron el retorno de los respectivos embajadores, que habían sido llamados a consultas.
Además, los presidente anunciaron una "progresiva normalización" de la zona fronteriza, al tiempo que pactaron reunir a equipos de ministros para empezar a tratar los temas sensibles de la frontera.
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