BOGOTÁ.- Colombia expresó este martes su inquietud ante la imposibilidad de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) de Venezuela para inscribir a su candidata en las próximas elecciones presidenciales, reconociendo que esto podría impactar la confianza de la comunidad internacional en el proceso electoral en curso.
En un comunicado inusual, el Ejecutivo de Gustavo Petro marcó diferencias con el régimen de Nicolás Maduro, aludiendo a "los recientes acontecimientos relacionados con la inscripción de algunas candidaturas presidenciales", horas después del cierre del plazo establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al régimen venezolano.
Bogotá admitió que los "sectores mayoritarios de la oposición", incluida la PUD, enfrentaron "dificultades" para completar el proceso, sin mencionar directamente a Corina Yoris, quien después de la inhabilitación de María Corina Machado era la candidata teórica de los principales partidos opositores para enfrentarse a Maduro en las urnas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano advirtió que este hecho "podría afectar la confianza de algunos sectores de la comunidad internacional en la transparencia y competencia del proceso electoral que culminará con las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio".
Acuerdo de Barbados
El Gobierno de Colombia afirmó haber mantenido "comunicaciones constantes" en los últimos tres días, tanto con las autoridades chavistas como con la oposición venezolana, buscando garantizar el "cumplimiento irrestricto" del Acuerdo de Barbados, aunque no especificó quién estaría violando dicho acuerdo.
En su comunicado, el Ministerio colombiano abogó por "un proceso electoral presidencial libre, justo y competitivo en Venezuela, promoviendo la participación ciudadana a través del voto como mecanismo de expresión democrática", bajo el respeto a la soberanía y autonomía de las instituciones y el pueblo venezolano.
En respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil, denunció lo que considera "un paso en falso" y "un acto de injerencia grosera", acusando a la Administración colombiana de actuar "empujada por los designios del Departamento de Estado de Estados Unidos".
"Venezuela ha sido siempre respetuosa de los complejos procesos políticos en Colombia, incluso en momentos de violencia y grandes divisiones", argumentó Gil, calificando los juicios de Bogotá como "falsos".
Esta crítica pública, según Gil, "no solo es un acto de mala fe, sino que busca socavar el proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, políticas y comerciales".
La toma de posesión de Petro en agosto de 2022 marcó un punto de inflexión en las relaciones entre los dos países vecinos, que buscaron retomar y normalizar sus vínculos.
FUENTE: Con información de Europa Press