miércoles 15  de  enero 2025
Venezuela

Corrupción del chavismo, práctica con ramificaciones globales

El manejo de fondos económicos para obtener influencias foráneas o simplemente enriquecer a unos y otros define el currículo del régimen que Chávez comenzó y Maduro continuó
Por EUGENIO G. MARTÍNEZ

REDACCIÓN/ESPECIAL.- Los más recientes escándalos de corrupción, de funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, contrastan con el discurso de austeridad por las sanciones y de resistencia ante las sanciones de EEUU.

Sin embargo, la más reciente trama de corrupción vuelve a demostrar que las prácticas del chavismo, y ahora del madurismo, tienen ramificaciones globales.

Bajo el control de Tareck El Aissami y su entorno de Petróleos de Venezuela (PDVSA), se usó mayoritariamente las denominadas stablecoins, especialmente las USDC, que están respaldadas por los bonos del Tesoro de Estados Unidos para evadir las sanciones.

La preferencia por ese activo cripto se debe a que son recibidas por bancos especializados en criptomonedas en Estados Unidos.

De allí que PDVSA podía convertir en dólares las USDC a través de intermediarios, utilizando principalmente para esta operación a las instituciones estadounidenses SilverGate Bank y Signature Bank.

Último eslabón

Antes que la lucha por el control político y económico en Venezuela develara una trama de corrupción, implicó la pérdida de, al menos, 3.000 millones de dólares.

Este es el último escándalo de prácticas que han implicado en el pasado el uso de la renta petrolera venezolana, para comprar lealtades diplomáticas en los organismos hemisféricos, impulsar aliados regionales del chavismo al poder y construir una red internacional de corrupción.

Una investigación conjunta, realizada por Transparencia Venezuela, la Alianza Rebelde Investiga (ARI) y la plataforma latinoamericana de periodismo CONNECTAS, logró determinar que fuera de Venezuela se han abierto, al menos, hasta 2020, 86 investigaciones por corrupción.

Esta investigación lleva por título Chavismo INC, que permitió rastrear a 5.000 personas y entidades que han estado relacionadas directa o indirectamente con fondos venezolanos.

“La sistematización de los datos arrojó que 182 venezolanos han sido sancionados por 57 países y que fiscalías y parlamentos de 21 naciones de América y Europa han abierto 86 investigaciones relacionadas con la corrupción en las gestiones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Solo en 52 de esas causas el patrimonio público venezolano comprometido asciende a 30.087 millones de dólares, una cifra absurdamente elevada para cualquier país salvo para Venezuela, que recibió por venta de petróleo más de un millón de millones de dólares en tan solo una década y pese a eso acumula seis años de una catástrofe económica de niveles nunca vistos en un país latinoamericano, donde la hiperinflación pasó el millón por ciento en 2018. Una crisis económica y política que condujo a una humanitaria: la falta de alimentos, de medicamentos, de combustible y otros bienes”, y llevó a siete millones de venezolanos a huir, señalaron las conclusiones de Chavismo INC.

“Esa búsqueda arrojó un inventario consolidado de 751 agentes de interés por sus conexiones con negocios de los gobiernos del chavismo. Contratistas con acceso al poder, exaltos funcionarios e intermediarios con contactos privilegiados han sido vinculados con más de 3919 interacciones con sus entornos.

Por ejemplo, “en países como Panamá, una de las encrucijadas financieras del mundo por sus facilidades, se calcula que clientes venezolanos han inyectado al sistema bancario más de 2.800 millones de dólares hasta 2019. El expresidente mexicano Vicente Fox acuñó en su momento una frase que dio una clave para entender el fenómeno: “El mejor ministro de Economía que ha tenido Panamá es Hugo Chávez”.

Según los datos de Chavismo INC “Estados Unidos es paradójicamente el país donde se han realizado mayor cantidad de investigaciones judiciales y donde se ha hecho un seguimiento más estricto del dinero, pero también donde flujos millonarios de fortunas venezolanas se relacionaron con negocios a través de empresas creadas solo para hacer transacciones inmobiliarias. Una postal, investigada para este trabajo, es la del departamento de 17 millones de dólares propiedad de la familia de un excontratista petrolero, condenado por la justicia estadounidense por su conexión con legitimación de capitales, en el rascacielos One57, ubicado en una de zona reservada para magnates en Nueva York”.

Otro ejemplo emblemático que resalta Chavismo INC “es el combustible de los negocios en otros países, que estuvo asociado a las oportunidades que surgieron con los acuerdos petroleros tallados desde Venezuela con socios estratégicos. En la Bolivia de Evo Morales un hombre que fue diputado del partido del presidente se convirtió en dueño de un complejo agroindustrial que ha exportado más de mil millones de dólares en la última década, gracias a una operación con fondos venezolanos. Ahora investigado por supuesto lavado del dinero, el e parlamentario ayudó a disimular el control que han ejercido con discreción los gobiernos de Chávez y Maduro sobre un activo casi desconocido en Venezuela”.

Por otra parte, en El Salvador del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) se tejió una compleja red de empresas beneficiarias de préstamos originados en la cooperación venezolana: casi 100 millones de dólares de esos financiamientos fueron a una aerolínea que quebró luego de apenas dos años de operación y que tenía entre sus directivos a un venezolano contratista de PDVSA.

Además, en la Nicaragua de Daniel Ortega fluyeron más de 3.700 millones en créditos petroleros que fueron gestionados a discreción por la familia presidencial. Un proyecto fallido de una mega refinería igual dio oportunidades de negocios a empresas acusadas de sobornar a funcionarios de PDVSA en otros casos.

Según Chavismo INC “en la Argentina de los Kichnner han sido identificadas ventas con sobreprecio por más de 234 millones de dólares, entre ellas de un empresario que multiplicó su patrimonio notoriamente gracias a los negocios en Venezuela.

Los jueces locales abrieron una decena de causas que languidecen, según afirman por falta de cooperación de las autoridades venezolanas.

“Esto ya ocurrió en Uruguay de José Mujica y Tabaré Vásquez: fueron desechadas dos investigaciones judiciales que pretendían revelar cómo funcionaban las redes de contactos para hacer negocios con el gobierno venezolano, plagados de denuncias por supuesta corrupción”, se puede leer en Chavismo INC. En la introducción de este trabajo se resalta que “lo excepcional en el mundo han sido precisamente las condenas firmes. Lo común, los esquemas de cobro de sobornos millonarios y la legitimación de capitales asociados principalmente a PDVSA, la exprimida gallina de los huevos de oro, según esta investigación que sumó esfuerzos de una veintena de periodistas.

Petro y Maduro
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, centro izquierda, y el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, durante una ceremonia de bienvenida en los escalones del Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas, Venezuela, el martes 1 de noviembre de 2022.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, centro izquierda, y el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, durante una ceremonia de bienvenida en los escalones del Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas, Venezuela, el martes 1 de noviembre de 2022.

Petrodiplomacia

Otra investigación periodística de corte regional, llamada Petro Fraude, ha demostrado que “la clave del apoyo internacional que aún mantiene el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y que le ayuda a evitar el completo aislamiento tiene nombre propio: Petrocaribe. Un plan energético y de cooperación que ha inyectado más de 28.000 millones de dólares en 14 países, pero que en la práctica ha servido para la compra de respaldos diplomáticos. Así, los recursos de un pueblo arrinconado por el desabastecimiento y con una inflación de un millón por ciento el año pasado, en unos casos fortalecieron grupos de poder local en varios países, y en otros se tradujeron en corrupción y hambre”.

El proyecto Petro Fraude demuestra “la cascada de dinero, que supuso la inyección de aproximadamente 28.000 millones de dólares de los cuales cerca de la mitad se transformaron en los préstamos con facilidades, implicó un desafío para la transparencia de la institucionalidad regional que no aprobó el reto”.

La gestión de los fondos, según evidencia recopilada por Petro Fraude, se hizo en un entorno de opacidad con respecto a los controles aplicados dentro y fuera de la plataforma diseñada para que el dinero fluyera, lo que facilitó el surgimiento de esquemas de desvío de recursos que beneficiaron a la consolidación de otros regímenes políticos que hoy son noticia, como el caso del Orteguismo en Nicaragua.

En ese caso, Chávez puso en su mira el respaldo con estos fondos a Daniel Ortega cuando aún era candidato por la Presidencia de Nicaragua a las elecciones presidenciales celebradas en 2006. El excomandante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) había ejercido la presidencia de Nicaragua entre 1980 y 1990, pero no había podido retornar al cargo después de tres intentos. Siete meses antes de los comicios de noviembre, fue invitado de honor de Chávez en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas, durante la firma de un convenio que permitió el envío de 82.000 galones de diésel a los alcaldes sandinistas, que lo distribuyeron entre transportistas, agricultores y ganaderos cuando faltaban cuatro semanas para los comicios. Desde ese momento, los recursos que llegaron a manos llenas desde Venezuela se volvieron el sello de la gobernabilidad que Ortega logró, incluso, con los más tradicionales empresarios de su país y de la élite centroamericana, que mientras hubo recursos no cuestionaron al mandatario.

El ejemplo de Nicaragua está lejos de haber sido una excepción en la región, donde los créditos petroleros venezolanos ayudaron a catapultar o consolidar en el poder a aliados políticos de Chávez y Maduro, pero de igual manera el debilitamiento de los precios internacionales luego los ha puesto en aprietos. De hecho, la crisis del país centroamericano en manos de Ortega está en buena medida asociada con el debilitamiento de la economía local tras reducirse la ayuda venezolana.

A la luz del inventario realizado por Petro Fraude, la diplomacia de Nicaragua, la de San Vicente y Granadinas y la de Dominica aparecen como las más consistentes en la línea del apoyo. El caso del país centroamericano resalta por los respaldos recíprocos ofrecidos en 2017 y 2018 cuando protestas políticas reprimidas dejaron aproximadamente 500 muertos y acusaciones contra Maduro y Ortega de aplicar incluso fuerza letal, a través de grupos paramilitares consentidos por ambos gobiernos.

El bloque de los que se “alinearon” con el régimen de turno de Venezuela incluye además a países como Antigua y Barbuda, Belice y Granada entre otros que, a pesar de ser muy pequeños en territorio y población, tienen votos con el mismo valor en los diversos foros internacionales, en especial en la OEA, donde el “anillo de protección” de los gobiernos de Venezuela, ha cumplido a carta cabal su propósito.

Petro Fraude es una investigación liderada por la plataforma latinoamericana de periodismo colaborativo CONNECTAS en alianza con Confidencial de Nicaragua, El Pitazo de Venezuela, Diario Libre de República Dominicana y La Prensa Gráfica de El Salvador.

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