
Unos 14.000 indígenas protagonizan protestas desde hace dos semanas en Ecuador, indignados por el elevado costo de vida y la pobreza
La izquierda ecuatoriana, liderada por el expresidente Rafael Correa, busca una nueva elección para cambiar el gobierno.
El expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017), prófugo de la justicia ecuatoriana, mencionó el jueves que debían solicitarse firmas para pedir la destitución del actual mandatario Guillermo Lasso y los asambleístas, afines al correísmo, no tardaron en actuar en ese sentido.
Lasso, en un mensaje a varios periodistas, respondió de manera enérgica según reseña el diario local El Universo: “No hay duda, éste es el golpista, a quien le duele la incautación de las trescientas toneladas de droga que hemos realizado durante el primer año de mi gobierno. Narcopolítica vs. democracia, esa es la disyuntiva en la que se debate el Ecuador”.
Luego de casi ocho horas de deliberaciones el sábado, en las que participaron 30 de los 137 diputados que componen el Parlamento, la sesión virtual fue aplazada para hoy domingo a las 16:00 horas de Ecuador.
La bancada de Unión por la Esperanza, afín al expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017), acusó a Lasso de la "grave crisis política y conmoción interna" que sacude al país desde el 13 de junio, con manifestaciones y bloqueos casi diarios.
En ausencia del jefe de Estado en la sesión, el secretario jurídico asumió la defensa del exbanquero.
Unos 14.000 indígenas protestan en Ecuador, indignados por el elevado costo de vida y la pobreza que castiga a sus territorios agrícolas.
En Quito, marchas claman por alivios como disminuir el costo de los combustibles y una moratoria de los créditos bancarios para los campesinos, ignorando la que la crisis económica es mundial debido a la pandemia y la guerra en Ucrania.
La ciudad despertó el domingo tranquila y a la expectativa del debate de destitución.