Cristian Fajardo, líder del Movimiento 19 de abril en la ciudad nicaragüense de Masaya, y su esposa María Adilia Cerrato, fueron detenidos este lunes por efectivos del Ejército en la frontera con Costa Rica, y entregados a la Policía del departamento de Rivas.
Fajardo pretendía ingresar a Costa Rica por uno de los puntos no controlados por migración, tras la persecución desatada por paramilitares progubernamentales y la Policía Nacional contra los jóvenes en Masaya, tras las protestas y los tranques que bloqueaban la ciudad yexigían la salida del presidente Daniel Ortega.
Una fuente, que prefirió no ser identificada por razones de seguridad, dijo que Fajardo fue detenido por el Ejército y que el gobierno anunció que sería trasladado a Auxilio Judicial, conocido como El Chipote, un lugar de torturas del régimen de Ortega.
Alvaro Leiva, secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), dijo que más de 700 jóvenes han sido secuestrados en las últimas 24 horas por grupos paramilitares. Por tal razón ese organismo de derechos humanos ha lanzado un SOS a nivel internacional. Los jóvenes son sacados de sus casas por medio de la fuerza, sin orden judicial.
Según el gobierno de Nicaragua, Fajardo fue detenido con armamento de guerra y tuvo un enfrentamiento con la Policía Nacional en la carretera a Nandaime, en Granada, pero la fuente asegura que esa informacion gubernamental es falsa y lo confirma el hecho de que fue entregado a la Policía de Rivas, fronterizo con Costa Rica.
El sandinismo puso precio a la cabeza de Cristian y la de su hermano Santiago, a quien los paramilitares del régimen le incendiaron su hotel, en represalia.
El pasado 12 de julio, Cristian Fajardo, ofreció una entrevista a DIARIO LAS AMÉRICAS, ocasión en la que relató que Eliseo Ramírez, militante sandinista y uno de los que encabeza la persecución contra opositores en Masaya, publicó en las redes sociales el pago de 50.000 córdobas por cada uno de los hermanos Fajardo, acusándoles de “destruir Masaya”, una ciudad que antes de las protestas era un bastión del sandinismo y que Ortega perdió desde el asesinato de más de 40 de sus ciudadanos.
Las amenazas contra Cristian Fajardo habían ido escalando, la sentencia de las hordas sandinistas que quemarían su residencia y su negocio se hicieron realidad el pasado 20 de junio, cuando paramilitares se presentaron en horas de la madrugada en su hotel, expulsaron a los clientes, golpearon brutalmente en la cabeza a su tío René Caballero, de 69 años, que estaba a cargo del negocio, y le prendieron fuego al inmueble. Los esfuerzos de varios años de trabajo y los préstamos financieros para ir construyendo un futuro al lado de su esposa quedaron reducidos a cenizas por ser opositor al régimen
El incendio a su propiedad ocurrió 38 horas después de la conferencia de prensa con medios de comunicación en la que los líderes del M19A hicieron pública la propuesta de expulsión del poder de Daniel Ortega, la creación de una junta de gobierno transitoria, cuyo objetivo principal sería trabajar en la restauración de las instituciones del estado para realizar elecciones libres y justas de nuevas autoridades que dirijan el destino del país.
Catorce días más tarde, paramilitares sandinistas, en horas de la noche, incendiaron la residencia de la familia de Suazo, en la que también fungía un negocio de artesanías. Las llamas afectaron a dos viviendas aledañas propiedad de los Suazo, pero afortunadamente no enfrenta pérdidas de vidas humanas. Yubrank Suazo, líder del M19A, participó en la conferencia junto a Cristian Fajardo.
El senador republicano por la Florida Marco Rubio, se refirió a la injusta detención de Fajardo y su esposa, y dijo que Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, son responsables de garantizar su bienestar.
