WASHINGTON.- La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Vilma Núñez de Escorcia, denunció una supuesta “alianza” entre el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el gobernante de Nicaragua, Daniel Ortega, que habría impedido lograr la renuncia del mandatario de ese país centroamericano, en donde se han registrado más 120 muertes desde el pasado 18 de abril.
Para la reconocida activista por las libertades en Nicaragua, Almagro no ha sido claro al mantener “ocultos” supuestos acuerdos realizados con Ortega, tomando como “ropaje” una serie de aspectos en materia electoral, lo que la postre estaría permitiendo al mandatario seguir en el poder “con impunidad y el apoyo tácito de Almagro”.
De hecho, existe un memorando entre Almagro y Ortega, de cara a los comicios municipales de noviembre próximo y por los próximos tres años, relativo a ciertas “reformas electorales técnicas” para la “continuación del proceso de perfeccionamiento del sistema de representación política y mecanismos que lo fortalezcan jurídicamente”.
Desde la óptica del mismo Almagro, el problema de Nicaragua no es que haya una “dictadura con apariencias de democracia”, sino que existe un “sistema democrático imperfecto que se puede mejorar”, según el documento suscrito el pasado 20 de enero.
De acuerdo con Núñez de Escorcia, “esa alianza entre Almagro y Ortega, que es una propuesta extemporánea, está obstaculizando la solución política del país”. Y agregó: “Aquí la única salida es que Ortega renuncie para que acabe este gobierno que ha convertido a Nicaragua en un país violador de los derechos humanos”.
Según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), las protestas en Nicaragua desatadas por unos cambios en el sistema de seguridad social han causado 127 muertos y cerca de un millar de heridos.