La cubana Regla Miranda, residente en Águila entre Neptuno y Concordia, en La Habana Vieja, Cuba, expresó al medio CubaNet su temor de morir sepultada bajo las ruinas de su vivienda, un edificio en pésimo estado constructivo que podría sucumbir en cualquier momento.
“Mira en las condiciones que está (la casa), cayéndose, y aquí no viene nadie a recoger escombros ni a demoler. Me tienen en esta pudrición”, se quejó Miranda ante la reportera de CubaNet Camila Acosta.
La habanera, quien vive con dos niñas, acudió al Gobierno local, así como a las oficinas de Vivienda y Demoliciones. Sin embargo, hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta a sus demandas, lamentó.
“En estas condiciones estoy hace años esperando un subsidio para poder arreglar la casa”, también aseguró la mujer.
Sin embargo, según el Gobierno local la reparación de su vivienda debe ser por esfuerzo propio, aunque Miranda sea una jubilada que solo recibe una pensión mensual de 350 pesos (12 dólares) y los materiales de construcción alcancen precios prohibitivos para la mayoría de los cubanos.
“¿Cuál es el miedo mío? Que se siga demoliendo (sic) para abajo y nos mate a nosotros aquí”, teme Miranda. Según declaró, se decidió a denunciar su situación porque “hay un derrumbe y (las autoridades competentes) no han hecho nada”.
“Tengo una niña chiquitica y tengo miedo que se caiga eso (el techo) y me la mate”, aseguró.
Las noticias sobre derrumbes son comunes en la Isla, particularmente en La Habana, donde miles de familias viven en edificios en malo o pésimo estado constructivo.
También en La Habana Vieja, este 11 de agosto, entre las 3:00 y las 4:00 de la madrugada, ocurrió el derrumbe total de un edificio de apartamentos, ubicado en Habana No. 766, entre Luz y Acosta. Aunque el siniestro no causó víctimas mortales, sí afectó las viviendas colindantes, provocando la pérdida de bienes materiales.