El registrador nacional, Alexánder Vega, había dado luz verde al recuento para verificar la cantidad de votos que habían obtenido los distintos partidos en la contienda al Senado de la República. Sin embargo, la Comisión Nacional de Garantías Electorales tomó la decisión de no llevar a la práctica esa propuesta por considerarla “inviable y peligrosa” para la democracia en Colombia.
La decisión favoreció a la izquierda colombiana, que representa el movimiento del Pacto Histórico, con el exguerrillero y candidato a la presidencia Gustavo Petro a la cabeza, dentro de un proceso que ha generado suspicacias, por decir lo menos, de cara a lo que será la primera vuelta electoral por un nuevo regente de la Casa de Nariño el próximo 29 de mayo.
Tras el anuncio del registrador Vega, el candidato Petro mostró su respaldo a esa decisión. “Bien que volvamos a la institucionalidad democrática en el escrutinio electoral”, dijo Petro en su cuenta en Twitter.
Los votos de la polémica
El día de las elecciones se publicó un informe sistematizado de votos, que se implementa usualmente por teléfono desde las mesas de votación hasta un centro de contabilización de los sufragios en Bogotá.
Diferentes organizaciones civiles electorales y el propio Pacto Histórico denunciaron que en alrededor de 20.000 puestos de votación no se registraron votos por ese movimiento, lo que permitió hallar 400.000 votos más de los 2.3 millones que se habían reportado.
Así las cosas, la izquierda pasó a tener tres senadores más de los 16 que se habían anunciado inicialmente.
La explicación que dio la Registraduría, órgano encargado de los comicios, es que la diferencia de votos estuvo asociada con las “formas de registro” de los votos en unos formularios conocidos como E14 y la ubicación del Pacto Histórico en la boleta electoral.
Una vez se conocieron los resultados oficiales, el partido de gobierno que lidera el expresidente Álvaro Uribe, el Centro Democrático, quedó con un senador menos frente a las 14 curules iniciales que le habían sido contabilizadas.
El mismo Uribe lideró, junto al también expresidente Andrés Pastrana y algunos legisladores, una petición para realizar un recuento total de las votaciones, que no prosperó.
“Dr. Petro, gánese las elecciones, no pretenda robárselas ni imponerse tramando acusaciones de fraude en contra de quienes pedimos cuentas claras”, dijo Uribe en Twitter.
Posible fraude
Pastrana alertó desde antes de las elecciones sobre un posible fraude y pidió una revisión del programa informático que es utilizado para las elecciones, luego de que el candidato Petro se reuniera con representantes de Indra, multinacional española proveedora del programa informático usado para hacerles auditoría a los comicios.
El exmandatario le escribió un mensaje al presidente de Colombia, Iván Duque, a través de su cuenta de Twitter, donde le reclamó mayores “garantías” acerca de los resultados de la jornada electoral.
El líder conservador afirmó que con la polémica alrededor de los escrutinios estarían en “entredicho” tanto la legalidad de los comicios como la del mismo mandatario Duque, a quien pidió actuar inmediatamente.
“Sr. presidente Iván Duque: la legitimidad del proceso electoral y la suya misma están en entredicho. El análisis forense del software es la garantía de confianza. Por favor, actúe ya. Garantizar la democracia es su deber supremo”, tuiteó el expresidente.
No aceptar resultados
Por su parte, Paloma Valencia, senadora en ejercicio y recientemente ratificada en su curul, sostuvo que “no podemos aceptar el resultado de estas elecciones”, al tiempo que cuestionó que “aparecieron más de 500.000 votos para un solo partido [Pacto Histórico]”.
Según la legisladora, “todos los partidos deberíamos estar de acuerdo en un reconteo total de los votos, con testigos y con transmisión en directo vía streaming”, a lo que añadió: “Estamos próximos a unas elecciones presidenciales y la confianza en el registrador y su sistema está completamente rota. La democracia no puede estar sujeta a dudas”.
Valencia consideró que las “diferencias estadísticas” que pueden existir entre un preconteo y un escrutinio “predicen” que cualquier cambio se “distribuye proporcionalmente”.
“Si existe una diferencia del 7% entre los dos conteos, los votos podrían subir y bajar en los partidos políticos, sin generar grandes cambios en el número de curules. No obstante, un solo partido incrementó en más del 16% su número de votos. Gran parte de los 180.000 votos que perdieron los otros partidos con umbral, se fueron para ese mismo partido, el Pacto Histórico”, dilucidó.
En la misma línea de Pastrana, la senadora aseveró que existían “dudas” sobre el funcionamiento del conteo digital, luego de que “directivos de la empresa que maneja el software de conteo de votos, Indra, tuvieron una reunión en privado con el líder de Pacto Histórico, Gustavo Petro, en España. La empresa pertenece al gobierno español, cercano ideológicamente a Petro”.
Valencia acentuó que existe una “mancha de duda” sobre el programa informático “que supuestamente leyó erróneamente algunos E-14 en la página del Pacto Histórico” y “si el Pacto salió beneficiado es curioso que el partido más afectado fue la corriente ideológica opuesta”, que encarna el Centro Democrático.
“Mientras la segunda fuerza política más votada, el Partido Conservador, perdió 12.000 votos, al Centro Democrático le quitaron cerca de 55.000 votos. Nuevamente no existió proporcionalidad estadística. En mi caso particular, tuve una disminución de cerca de 2.000 votos”, comentó la legisladora, quien aun así logró retener su escaño en la Cámara Alta.
Valencia plateó como alternativa un “muestreo de mesas, ya que no quieren hacer el reconteo total” para garantizar “transparencia y despejar todas las dudas” que, según remarcó, “tendrán un peso importante en las elecciones de primera vuelta en mayo”.
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