Al menos 31 personas fueron detenidas cuando participaban en una fiesta clandestina en la madrugada de este sábado en el barrio de Recoleta del centro de Santiago de Chile en pleno toque de queda y cuarentena por la pandemia de coronavirus COVID-19.
Al menos 31 personas fueron detenidas cuando participaban en una fiesta clandestina en la madrugada de este sábado en el barrio de Recoleta del centro de Santiago de Chile en pleno toque de queda y cuarentena por la pandemia de coronavirus COVID-19.
El capitán Danny Espinoza, oficial de Ronda Prefectura Norte, explicó que "recibimos un comunicado por parte de vecinos de Recoleta que alertaban de una fiesta clandestina", según el diario chileno El Mercurio.
"Personal de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de la comuna procedió al lugar, verificando que allí se encontraba música a alto volumen y alrededor de 50 personas", añadió.
Tras una orden verbal de entrada y registro con el magistrado de turno del 3° Juzgado de Garantía, la Policía entró en el inmueble con el apoyo de una patrulla del Ejército.
Entre los detenidos está la dueña del domicilio, según las fuerzas de seguridad, que se han incautado cerca de 200 botellas de cerveza, tres altavoces, un bombo, un timbal, un equipo amplificador, un equipo musical y un platillo musical con pedal.
En total, Carabineros informó en la última jornada de toque de queda 259 personas fueron detenidas por el incumplimiento de esa norma. De ellas, seis corresponden a la Región Metropolitana de Santiago y las otras 253, a otras zonas del país.
La cifra de muertos asociada al nuevo coronavirus en Chile alcanzaría los 7.364 al sumar los 4.295 decesos confirmados por pruebas hasta el momento y 3.069 adicionales informados por las autoridades el sábado a los que no se les ha practicado el examen.
El número de muertes probables atribuidas al coronavirus por el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), el brazo estadístico del Ministerio de Salud, ascendió a 3.069, según indicó en rueda de prensa el jefe de la entidad, Rafael Araos, al hacer público por primera vez este registro, revelado la semana pasada por el centro de investigación periodística (CIPER) y que antecedió a la renuncia del entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich.
FUENTE: Con información de Europa Press