El rapero y activista por la libertad de Cuba Eliécer Márquez Duany, más conocido como 'El Funky’, se dio a conocer como parte del Movimiento San Isidro (MSI) y porque tras seis décadas de dictadura, se atrevió a reinventar el logo oficial del régimen cubano como parte del grupo de músicos que interpretó la canción ‘Patria y vida’, una respuesta a la frase ‘Patria o muerte’, utilizado como cierre de discursos políticos que pronunciaba Fidel Castro.Patria y Vida, devino una especie de himno por la libertad que provocó la censura de su carrera artística, y lo obligó a huir del país a causa del asedio y las amenazas que recibía por parte de los represores de la isla.
Cuando viajó a Miami, tras ser invitado a la ceremonia de premiación de los premios Latin GRAMMY en noviembre del año 2021, el Funky decidió establecerse en esta ciudad.
“Cuando abordé el avión rumbo a Estados Unidos me dijeron [las autoridades cubanas] que no tratara de regresar porque no me lo permitirían, y que si lograba volver, iría directo a la cárcel. Por eso decidí quedarme, y porque me cansé como cualquier cubano”, dijo.Desde el exilio el rapero continúa haciendo un fuerte activismo por la libertad de los presos políticos.“Fui de las personas que pelearon en las primeras filas, aguanté golpes y represión. Tuve que ver a mi madre enferma de los nervios, me vi obligado a sacar a mi hijo de mi casa para que no corriera peligro, y tuve que ver a mi padre enfermo y morir de cáncer. Por eso opté por mi libertad y decidí que no debía regalarle mi vida a esa gente”, confesó quien en cada escenario que se presenta sigue visibilizando el caso del rapero Maykel Castillo, conocido popularmente como Osorbo, y del artista Luis Manuel Otero Alcántara“Quienes no estamos dentro de Cuba seguiremos luchando por la libertad de los presos políticos. Luis Manuel y Maykel nunca optaron por salir del país. Quisieron enfrentar ese juicio ilegítimo, y yo respeto la decisión de ambos. Pienso que los dos han hecho demasiado, ya que es su propia vida la que está en riesgo, pero ellos decidieron enfrentar eso y yo lo respeto.
“En Cuba pasé a ser oposición desde mi música, porque cuando hablas sobre la realidad del país estás haciendo activismo incluso sin saberlo. Fui sitiado en mi propia casa, fui golpeado por la Policía, no podía salir de mi residencia, no podía hacer nada. Siempre había una persona atrás de mí, vigilándome… Es una vida bastante difícil”.
UN GRITO DE PAZ
Con el anhelo de impulsar su carrera musical, la que en Cuba estaba vetada, ‘El Funky’ sigue componiendo temas, se presenta en centros nocturnos, y participa en cada manifestación convocada para denunciar la represión en su país.
“Continuaré denunciando y realizando la labor que pueda desde aquí, visibilizando lo que se vive en Cuba y las injusticias a las que se enfrentan los cubanos que piden libertad. Las personas deben saber que Maykel y Luis Manuel están presos por pensar diferente y por manifestarse de forma artística contra la dictadura. En estos meses me he dado cuenta de que esta es una pelea de nosotros los cubanos, y que como pueblo estamos solos en esto, por eso tenemos que unirnos”, exhortó.
UN PAÍS QUE MERECE SER SALVADO
‘El Funky’ representa desde el exilio a un grupo que ha logrado trascender más allá de su identidad artística, y que ha hecho que millones de cubanos de diversas filiaciones piensen en Cuba, no como una desgracia, sino como un país que merece ser rescatado y reconstruido.“Desde Estados Unidos es muy importante la labor que podamos realizar para aglutinar más apoyo internacional, y para que organizaciones multinacionales ayuden a condenar lo que padece el pueblo cubano. Pero para eso tenemos que estar más unidos, e impulsar a nuestra gente a que, así como salieron a la calle el día 11 de julio de 2021, vuelvan a hacerlo pacíficamente. Al igual que nosotros donde quiera que nos encontremos”.“Me siento muy acogido por Miami y por el exilio que respeta la decisión que tomé. Muchos de ellos saben muy bien lo que es vivir la represión, por eso entienden que la determinación que asumí es sabia, así que, por lo pronto, aparte de seguir luchando por la libertad de mis hermanos, seguiré enfocado en mi carrera y en mi música”, dijo.
“Cuba es una burbuja donde no hay futuro y donde no se puede trabajar en base a ningún sueño, sin embargo, la juventud de la isla tiene un descontando tan grande, que no solo los hace huir del país, también les da la fuerza para criticar y rebelarse ante su realidad. Yo desde el exilio sueño una Cuba bonita, reconstruida, y limpia. Vengo de uno de los barrios más marginales de La Habana Vieja, e imagino un país que, tras su derrumbe total, sea capaz de ponerse de pie”.