MIAMI. - El Movimiento Fe y Alegría fue seleccionado junto a otras dos organizaciones para recibir el Premio Internacional Opus Prize, por ser una experiencia educativa innovadora, su respuesta creativa y dedicación ante los desafíos de la crisis humanitaria compleja y a los estragos de la pandemia que impactan a la población venezolana.
El Premio Opus es un galardón anual que busca reconocer a las personas u organizaciones que defienden un cambio lleno de fe, y desde su creación en 1994 ha reconocido a importantes líderes y grupos que desarrollan soluciones creativas, en beneficio de su comunidad, con un impacto positivo a largo plazo.Tal es el caso del Movimiento Fe y Alegría creado el 5 de marzo de 1955 por el Padre Jesuita José María Vélaz, en un país en donde la educación “no estaba tan generalizada como puede estar en la actualidad, y en los sectores populares mucho menos, por lo que la idea original y el compromiso de los fundadores fue ofrecer ese apoyo con una visión de futuro grandiosa”.Así lo aseguró el Padre Manuel Aristorena, director general del Movimiento Fe y Alegría en Venezuela quien junto a la profesora Noelbis Aguilar, directora del programa Escuelas, viajaron hasta la Universidad Jesuita Loyola de Chicago en Estados Unidos para recibir tan honorable premio.
En conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS, el padre Aristorena además de expresar públicamente su agradecimiento por tan memorable reconocimiento, hizo énfasis en que ese mérito no es solo para él o para los directivos, sino para los más de 10.000 empleados que ofrecen sus servicios en Fe y Alegría y “que día a día llenos de mística acuden a sus puestos de trabajo con la seguridad del valor que tiene para el país la labor que desempeñan”.
Asegura que aún en la actualidad, la esencia con la que fue creado el movimiento no solo se mantiene sino ha crecido, por lo que con orgullo afirma que el programa atiende de manera directa a más de 150.000 personas en los diferentes cursos y niveles escolares.
“Fe y Alegría funciona con cuatro programas. En el programa Escuelas (que tiene 177 sedes con una más, casi lista para abrir), estudian 106.000 alumnos en casi todo el país. Luego, están los programas de educación por radio, para que gente adulta a partir de los 15 años pueden salir formados como bachilleres o técnicos medios en contabilidad, informática y otras menciones. Este programa tiene 23 emisoras en todo el país”.
El tercer programa que tienen, describió el sacerdote, es el de capacitación profesional, destinado a aquellos jóvenes que abandonaron el sistema escolar y pueden cambiar su futuro aprendiendo un oficio bien sea en el área de administrativa, en algún área de la salud, o como auxiliar de farmacia, informática o en el área industrial, porque, enfatiza el padre, “es más fácil enfrentar la vida con un conocimiento de un oficio”.
“El cuarto programa que ya tiene 23 años es el de la educación universitaria. Fe y Alegría tiene 5 institutos universitarios. Dos en la capital, en las zonas de Catia y Petare. Uno en la ciudad de Maracaibo, uno en Barquisimeto y otros en Guanarito, estado Portuguesa".
Para el padre Aristorena, en estos momentos cuando Venezuela vive una crisis económica severa no solo por la pandemia sino por la compleja situación que atraviesa el país, la misión de Fe y Alegría es mantener “las esperanzas y hacer lo posibles para que las escuelas permanezcan abiertas y con sus alumnos. Tratar por todos los medios de no perder estudiantes, porque el alumno que se pierde del sistema educativo es un ser humano que pierde muchas oportunidades. El esfuerzo titánico ha sido mantener las escuelas abiertas, y lo hemos logrado”, aseguró.
Durante su visita a Miami, el padre Aristorena y la profesora Noelbis Aguilar agendaron un encuentro con el grupo de Amigos de Fe y Alegría, en el que participan muchas personas motivadas a buscar fondos para que desde EEUU se pueda seguir apoyando a esta organización sin fines de lucro con más de 60 años ofreciendo un futuro diferente para los sectores menos favorecidos del país.
Reconocimiento que impulsa a seguir
Noelbis Aguilar directora nacional del programa Escuela comentó que fue muy grato compartir la experiencia de Fe y Alegría con estudiantes y profesores de diferentes universidades católicas, a quienes les explicaron lo que hace Fe y Alegría en Venezuela a través de sus programas. “Estos encuentros ayudan a abrir un poco la panorámica de lo que nos corresponde como lograr un mundo mejor, mucho más inclusivo y con justicia social. Eso ayuda a los estudiantes a ampliar su panorámica y su incidencia social. Fue una experiencia enriquecedora intercambiar con otras personas y la receptividad que hubo a nuestras exposiciones nos llena de optimismo y compromiso para seguir adelante”, apuntó.
Recalcó que este reconocimiento internacional es además un impulso para llevar adelante el proyecto educativo, sobre todo en un contexto tan complejo como el de Venezuela. “Este reconocimiento que nos hacen a nivel internacional es para inspirar, motivar a los 10.000 empleados de todo Fe y Alegría”.