Ambos analistas ofrecieron sus opiniones en exclusiva para Diario Las Américas, sobre las recientes declaraciones de la exsecretaria, en las que critica las operaciones navales impulsadas por Estados Unidos en el Caribe.
Recientemente, en un panel de discusión en el Consejo de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton sostuvo que el Congreso de Estados Unidos “abdicó” de su responsabilidad y afirmó que las acciones navales impulsadas bajo la administración del presidente Donald Trump carecen de “inteligencia adecuada”.
Asimismo, Clinton sugirió que Washington estaría intentando supuestamente “intimidar” a Nicolás Maduro y consideró que una salida precipitada de la persona que desde las recientes elecciones presidenciales en esa nación, según quedó demostrado, usurpa el poder, podría convertir a Venezuela en “una Somalia gigante”.
También hizo referencia al caos en Libia después de los ataques aéreos de la OTAN en 2011, seguidos por la muerte de Muammar Gaddafi.
Las afirmaciones de Clinton parecieran tener el propósito de deslegitimar la lucha democrática de Venezuela, encabezada por la líder y premio Nobel de la Paz, María Corina Machado y el presidente Edmundo González Urrutia, quienes impulsan una transición institucional y con respaldo internacional.
El doctor Israel señaló que Clinton “está equivocada, tanto en la comparación que hace con Somalia como con Libia”, y defiende la estrategia aplicada por la administración del presidente Donald Trump frente a Nicolás Maduro.
En su análisis, el académico afirmó que existe “un distanciamiento de ella y del partido demócrata en torno a la decisión de Estados Unidos de actuar en contra de la dictadura venezolana”, alegando que el sector demócrata busca frenar una presión internacional que considera necesaria para contener al régimen de Caracas.
La política actual de Washington, explica el analista, procura evitar una crisis semejante a la de Libia durante la gestión de Clinton en el Departamento de Estado.
“Lo que está haciendo Estados Unidos hoy día con el presidente Trump es exactamente lo contrario, y es evitar un escenario como el que se dio en Libia”, aseguró el también excandidato presidencial chileno. Al recordar ese antecedente, precisó que en el país africano “gobernaba el coronel Muamar el Gaddafi ” y que, tras la intervención impulsada por Clinton y el gobierno francés, “el país quedó sin ningún gobierno, control ni dirección”, generando enfrentamientos entre facciones y desencadenando “el caos más grande”. También destacó que desde ese territorio “sale la mayor parte de inmigración ilegal hacia Europa” y que hoy existen incluso “mercado de esclavos”. Como parte de ese contexto, recordó que “en Bengasi murió un embajador norteamericano”, precisamente bajo la secretaría de Clinton.
Sobre la comparación con Somalia, Israel sostiene que Clinton incurre en otra equivocación al asociar la situación del país africano con el despliegue estadounidense en el Caribe. Explicó que Somalia vive “una pérdida total del control del espacio marítimo hacia bandas rivales”, algo que Washington —indicó— busca impedir: “eso es exactamente lo que está evitando Estados Unidos al controlar esa parte del Caribe”, precisó.
Organizaciones criminales
El académico también abordó el tema del narcotráfico y vinculó directamente al régimen de Nicolás Maduro con organizaciones criminales transnacionales. Señaló que Clinton “está equivocada en cuanto a los lugares de llegada de la droga”, y afirmó que existen procesos judiciales abiertos.
“Hay decisiones de tribunales y una orden de un juez en Manhattan para detener como narcotraficante al líder del cartel de los soles, y ese líder es Maduro”, apuntó Israel.
Recordó que sobre Maduro pesa “una recompensa de cincuenta millones puesta sobre su cabeza” y mencionó que no es un problema aislado, pues incluye el caso “de los narcosobrinos del gobierno demócrata anterior”.
Afirmó, además, que la estructura delictiva involucra directamente a otras figuras que usurpan el poder en Venezuela : “no solo participa la delincuencia organizada… sino en esa cúpula misma a través del cartel de los soles”. A ello sumó la expansión del crimen regional vinculado a los “gobiernos castrochavistas” y la acción del “tren de Aragua” en distintos países del continente.
Intervención bélica
El experto indicó además en su análisis que EEUU no busca una intervención bélica tradicional, sino presionar para que el colapso ocurra desde adentro. “Se quiere que se produzca una implosión interior, no enviando soldados, sino que el régimen caiga desde adentro”. Recordó que Venezuela ya tiene un liderazgo legítimo electo: “Maduro es un ocupante ilegítimo, ilegal, porque el presidente de ese país fue electo el año pasado, en julio”, afirmo Israel.
Según su análisis, en caso de una caída del dictador venezolano, Washington “va a nombrar a esa persona y se va a retirar sin necesidad de iniciar una guerra”.
Desconexión total
Por su parte, el comandante Romero, exoficial de Inteligencia naval y especialista en Operaciones e Inteligencia del Ejército de Estados Unidos, indicó que la exsecretaria de Estado demostró "una desconexión total con la realidad operacional de enfrentar narcolanchas del Cartel de los Soles, una estructura ahora designada como Organización Terrorista Extranjera (FTO) con nexos a Al Qaeda y Hezbollah”, puntualizó.
El experto también señaló que las patrullas estadounidenses no son improvisadas, sino respuestas concretas a amenazas reales. “Clinton está desconectada de la realidad y usa estas oportunidades para castigar al presidente Trump”, por este implementar políticas contrarias a las de ella.
Además, el exoficial advirtió que estas embarcaciones funcionan como plataformas de guerra híbrida y no como simples medios de transporte de droga. “Yo he estado en el terreno. He visto cómo estas narco-lanchas no son simples vehículos de tráfico, sino plataformas de guerra híbrida protegidas por un estado hostil. El Cartel de los Soles liderado por Nicolás Maduro es la única organización en el mundo quienes cuentan con su propio narco Estado para proteger sus actividades ilícitas”, advierte Romero.
También destacó que las operaciones contra estas redes criminales se llevan a cabo bajo estrictos protocolos: “Durante mi tiempo en la embajada de EEUU en Lima, Perú, fui testigo de cómo estas operaciones se llevaban a cabo con la máxima confidencialidad, destruyendo laboratorios por medio de protocolos de seguridad estrictos para proteger las operaciones en curso”.
En su análisis, concluyó que Clinton minimizó peligros que él mismo enfrentó en terreno.
“La seguridad nacional no se maneja con retórica ni con opiniones desde la distancia. Se maneja con inteligencia operativa, decisiones rápidas y conocimiento real del terreno… Esa es la verdad que nosotros, los que hemos estado allí, entendemos”, afirmó el oficial retirado.
Bengasi: el antecedente
Cabe destacar que la legitimidad de Clinton para advertir sobre posibles escenarios de inestabilidad también se ve condicionada por su manejo del ataque en Bengasi en 2012, cuando era secretaria de Estado bajo la administración de Barack Obama. Investigaciones del Congreso estadounidense concluyeron que existieron fallas relevantes en la seguridad diplomática y en la respuesta institucional, lo que dejó al descubierto graves omisiones.
Ese historial pesa en su autoridad para emitir juicios sobre dinámicas de seguridad internacional, especialmente en contextos donde Estados Unidos opera bajo marcos legales y protocolos consolidados.
Las declaraciones de Clinton se insertan en un contexto de debate sobre un régimen venezolano cercado judicialmente y debilitado políticamente. Sin embargo, sus advertencias no reflejan las dinámicas reales de seguridad en el Caribe ni las estrategias internacionales para respaldar la transición democrática venezolana.
Más aún, al proyectar escenarios de caos similares a Libia o Somalia, Clinton omitió que estos precedentes ocurrieron bajo su propia gestión.
También obvió que las operaciones actualmente desplegadas tienen como objetivo principal según ha indicado la Casa Blanca, contener redes criminales transnacionales y reforzar la presión legal contra un aparato estatal involucrado en narcotráfico y terrorismo.
Operación Lanza del Sur
El presidente Donald Trump, aseguró la semana pasada que ya definió su próximo paso frente a Venezuela, aunque evitó revelar detalles en medio del mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe de los últimos años y del inicio de la operación Lanza del Sur, dirigida contra el denominado Cartel de los Soles y organizaciones de la droga en el hemisferio.
Trump insistió durante una rueda de prensa, que no está en posición de revelar cuál será el paso siguiente. No obstante, reiteró que su administración ha “avanzado mucho” en frenar el flujo de drogas desde Venezuela.
Trump ha afirmado reiteradamente que no desea una guerra con Venezuela, pero ha enfatizado que los días de Maduro “están contados”, reiterando su postura de que el líder chavista es un narcotraficante y una amenaza para la seguridad hemisférica.
Se cierra el cerco
La decisión de Estados Unidos de declarar como organización terrorista al cártel de los Soles, encabezado por Nicolás Maduro entró en vigencia este lunes 24 de noviembre.
A partir de esta fecha venció el plazo establecido por el Departamento de Estado de Estados Unidos para que entre en vigencia la designación del “Cartel de los Soles” como organización terrorista extranjera.
Que el "Cartel de los Soles" entre en la Lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO Foreign Terrorist Organizations) amplía el margen de acción de Washington y endurece la presión que ha venido ejerciendo hacia la red criminal que opera desde el país caribeño.
FUENTE: REDACCIÓN DLA