LA HABANA.- La perspectiva de poder abrir cuentas bancarias en Estados Unidos ha sido un largo anhelo para emprendedores cubanos como Lauren Fajardo y sus socias, quienes esperan aprovechar esta oportunidad para impulsar sus negocios en el sector de la moda en la isla caribeña.
"Es algo que nos puede beneficiar muchísimo", dice Lauren, diseñadora de moda de 40 años. "Pero aun así el sentimiento es de inseguridad".
Sin embargo, la reciente aprobación por parte de Washington ha dejado a muchos en el sector privado cubano con más preguntas que respuestas. Consideran que esta medida se convierte en una "pelota política" en el juego entre Estados Unidos y el régimen comunista de la isla.
A pesar de la posibilidad de acceder al sistema bancario estadounidense, la inseguridad persiste entre los emprendedores cubanos. Se preguntan qué bancos y empresas cumplirán con las nuevas medidas aprobadas, especialmente debido a la reticencia de las instituciones financieras estadounidenses a enfrentar sanciones por el embargo comercial vigente desde hace más de seis décadas.
"La cuestión es: 'Sí, aprobaron'", pero "¿qué bancos, qué empresas, qué plataformas van a cumplir las nuevas medidas aprobadas?", se pregunta la emprendedora cubana.
La historia de Lauren y sus socias es representativa de la montaña rusa de políticas entre Estados Unidos y Cuba. Iniciaron su aventura empresarial en 2016 con la esperanza que trajo consigo la flexibilización de las sanciones bajo la administración de Barack Obama. Sin embargo, la llegada de Donald Trump al poder revirtió muchas de esas políticas, dejando a los emprendedores cubanos en un limbo regulatorio.
El reciente anuncio de la administración Biden ofrece una oportunidad, pero también plantea desafíos. La ingeniera civil Yulieta Pilares ve el potencial de la medida, pero también reconoce la percepción de riesgo que enfrentan los bancos estadounidenses ante un posible cambio en la política hacia Cuba, especialmente con la incertidumbre sobre una eventual vuelta de Trump a la Casa Blanca.
Para Oniel Díaz, fundador de una consultoría en el sector privado, la incertidumbre política puede desvanecer los avances logrados con esta iniciativa.
En el ámbito político, las reacciones no se hicieron esperar. Mientras el régimen cubano considera las medidas como limitadas y dirigidas exclusivamente al sector privado, la senadora republicana María Elvira Salazar las critica, afirmando que darán más poder a la dictadura cubana.
En medio de este juego político, los emprendedores cubanos se sienten atrapados, siendo el balón de fútbol que es pateado en ambas direcciones, como lo describe Yulieta. La incertidumbre persiste en un escenario donde los intereses políticos eclipsan las oportunidades comerciales.
FUENTE: Con información de AFP