POR ALEJANDRO RIERA Z.
Especial
POR ALEJANDRO RIERA Z.
Especial
Lo que está sucediendo en Venezuela es algo nunca visto en país alguno. Una nación extranjera se ha adueñado del país: Cuba maneja todo, como dijo el presidente Maduro, desde la economía, el servicio de identificación nacional, los registros y notarías y hasta nuestras fuerzas armadas.
Este dominio lo ejercen con el beneplácito de nuestros países amigos, con las armas que Venezuela ha adquirido en demasía y con la ayuda de guerrilleros extranjeros expertos en combate en muchas partes del mundo.
Nuestros países amigos esperan que nosotros los venezolanos solventemos la situación por sí solos, sin armas y sin militares expertos en combate.
Cuba tiene esa gente, entrenada en ese país y con experiencia internacional en muchas partes del mundo. Qué podemos hacer ante esa amenaza que mata inmisericordemente a nuestros muchachos que han sido víctimas de estos sanguinarios que no tienen ninguna consideración con nuestro pueblo, como tampoco lo tuvieron cuando al inicio de la revolución castrense en Cuba en el estadio de La Habana exhibían los fusilamientos en los llamados "paredones", sin consideración alguna contra su propio pueblo. Qué consideración pueden tener estos asesinos con nosotros? NINGUNA, tiran a mansalva a matar sin consideración a niños indefensos que protestan contra el hambre y la miseria que vivimos en Venezuela.
Estados Unidos de América, en la voz de su presidente Donald Trump, ha dicho que puede llegar hasta la intervención armada, pero nuestros vecinos países que se decían amigos nuestros, protestan ante el uso de la fuerza armada por parte del imperio, pero no protestan ante la invasión de cubanos, iraníes y guerrilleros que nos matan y se apoderan de nuestras riquezas.
Ante esta desgracia nacional que amenaza con eternizarse y hacer de Venezuela otra Cuba, dirigida por el castrismo, vale recordar la importancia de Venezuela durante la Segunda Guerra Mundial: Venezuela aumentó su producción petrolera, hasta un millón 1.200.000. barriles diarios y un millón de los cuales los aportó a los aliados, igual cantidad que los Estados Unidos aportaron para la guerra.
Pocos años después de terminado el conflicto destacadas figuras del Gobierno americano reconocieron que sin el petróleo Venezolano no se hubiera ganado la guerra a los nazis y que nunca se podrá dejar de reconocer y compensar a Venezuela por su valiosa ayuda.
Estas palabras salen de la boca Charles Hamilton, presidente de la Gulf-Oil corportation, y nada menos que del ministro de Interior, Oscar Chapman, del Gobierno del presidente Truman en 1950.
Hoy Venezuela necesita más que nunca esa ayuda con urgencia y esa compensación que nunca existió. Presiones financieras a personas corruptas del Gobierno, presiones económicas para debilitar al régimen y ayuda militar para poder luchar contra tantos profesionales bien armados de diferentes potencias extranjeras.
Por favor, ayúdennos. Venezuela y su potencial en reservas de petróleo pueden caer en manos enemigas.
El autor es Economista agrícola. Fue el primer Ministro de Agricultura de Hugo Rafael Chávez, por apenas 3 meses y medio, cuando renunció al reconocer el régimen comunista que les amenazaba