El embajador de España Gustavo Arístegui ha lanzado un aviso que marca un antes y un después en el análisis de la crisis de Venezuela: el régimen de Maduro está a punto de explosionar.
El diplomático español afirmó que generales del chavismo están "a un paso" de rebelarse, "estamos en el momento más critico del chavismo en un cuarto de siglo"
El embajador de España Gustavo Arístegui ha lanzado un aviso que marca un antes y un después en el análisis de la crisis de Venezuela: el régimen de Maduro está a punto de explosionar.
Lo afirmó durante su intervención en la televisora El Mundo al Rojo, donde explicó que varios generales del chavismo están al borde de la rebelión porque no quieren enfrentarse a EEUU ni terminar en cárceles federales norteamericanas. Esta revelación ha encendido todas las alarmas dentro y fuera de Venezuela.
Arístegui, embajador de España en la India (2012-2015), fue contundente: “Hay generales a un paso de rebelarse; no quieren enfrentarse a Estados Unidos. Saben que caerían como chinches”. Según su análisis, la cúpula militar chavista está viviendo sus horas más tensas en 25 años. Los altos mandos han comprendido que la presión estadounidense es total y que cualquier intervención de Washington sería el final de sus carreras, su libertad y sus fortunas.
La estructura de poder que ayudó a sostener a Maduro —alimentada por el miedo, la represión interna y el dinero de redes criminales como el Cartel de Los Soles— se está debilitando desde dentro. Ese debilitamiento es, según Arístegui, el factor decisivo que está acelerando la implosión del chavismo.
Una de las revelaciones más importantes del embajador fue la lectura estratégica del gesto de Donald Trump. En sus palabras: “Si Trump dice ahora que quiere hablar con Maduro es porque sabe que la rebelión interna está muy cerca”.
Esta idea encaja perfectamente en el análisis geopolítico ya que EEUU sabe que la caída de Maduro puede producirse sin necesidad de una intervención militar directa. Trump percibe que varios generales ya están tanteando su salida del régimen. El simple hecho de abrir públicamente una vía de diálogo presiona aún más a la cúpula del chavismo, acelerando su fractura interna.
Arístegui destaca que el miedo de los generales no es ideológico, sino judicial: todos conocen los expedientes que pesan sobre ellos en cortes federales estadounidenses. Saben que, si el régimen cae de forma abrupta, no tendrán escapatoria posible.
Durante la entrevista, Gustavo Arístegui subrayó que Venezuela vive un momento histórico en el que el miedo por primera vez ha cambiado de lado. El terror que el régimen ha utilizado durante décadas contra la población ahora se ha instalado en la cúpula militar.
Las razones son claras porque la economía está completamente destruida, las redes del narcotráfico han quedado expuestas con un sistema político que es insostenible sin el apoyo total de los militares y por último los generales no están dispuestos a sacrificar sus vidas por un régimen que ya no puede ofrecerles protección.
Para Arístegui, el final del chavismo no llegará por una invasión extranjera, sino por una ruptura interna, una implosión detonada por los propios militares que ayudaron a sostener a Maduro.
El análisis del embajador resalta la importancia global del derrumbe de Maduro. Para España —uno de los países europeos con más vínculos históricos, económicos y migratorios con Venezuela— la caída del régimen significaría por un lado una reconfiguración completa de las relaciones diplomáticas,
A su vez un freno a la influencia de la extrema izquierda vinculada al chavismo, cambios en las rutas migratorias y un impacto directo en redes criminales transnacionales que operan desde Caracas hacia Europa.
Europa observa este proceso con enorme atención, ya que la caída de Maduro podría abrir un nuevo equilibrio geopolítico en Hispanoamérica, donde países como Rusia, Irán y Turquía han ganado influencia durante la última década.
Aunque Arístegui evitó fijar un plazo concreto, su mensaje fue rotundo: estamos ante el momento más crítico del chavismo en un cuarto de siglo. La diferencia ahora es que los que siempre sostuvieron el régimen —los generales— están comenzando a desmarcarse, y algunos ya están buscando salvavidas personales antes de que sea demasiado tarde.
Cuando se le preguntó si el régimen podría caer en el corto plazo, respondió sin vacilar: “Si los generales se mueven, esto se acabó”. Y, según sus propias fuentes, ya se están moviendo.
FUENTE: Tomado del distrito.es
