jueves 17  de  abril 2025
CRISIS MIGRATORIA

Largas colas para solicitar el pasaporte en Cuba

El libre visado de Nicaragua ha sido una tabla de salvación en Cuba. El trayecto es más corto, más barato y menos peligroso.

Un artículo de Fernando Donate Ochoa para CUBANET describe las tumultuosas colas para obtener pasaportes en Cuba en medio de una crisis migratoria indetenible. Reproducimos el texto.

A las seis de la tarde comenzó el pase de lista en la cola donde se rectifican los turnos para el trámite del pasaporte.

Cientos de interesados se aglomeran alrededor de una persona que, subida en una plataforma de concreto, vocifera los nombres.

El bullicio es ensordecedor. Piden hacer silencio para escuchar. Desde la multitud los presentes dicen sus apellidos, y esa es la clave para mantenerse en un listado que parece infinito.

Los que no responden, quedan tachados y los que han ratificado su puesto reciben un pequeño cartón donde está escrito un número que indica la posición en la cola que le permitirá, al siguiente día, reservar en las Oficinas de Trámites de Identificación, Inmigración y Extranjería (OTIIE) de Holguín.

“Tienes que tachar a los que no están”, grita una mujer consiente de que, entre menos personas más cerca estará de su objetivo. “Yo he hecho varias colas y cuando se hace una lista es para bajar la posición. El que no responda se elimina”, sentencia la señora.

El ambiente se acalora cuando un hombre acabado de llegar, y que ha sido eliminado, pide que lo dejen en la lista. “Yo soy uno de los primeros. Llevo varios días haciendo la cola. Hoy llegué tarde porque estaba trabajando y vivo muy lejos”.

Nadie se compadece y una joven le dice: “yo dejé a mi hija con una vecina para venir a la cola. El que no responde queda eliminado, esa es la ley”. El afligido señor no tiene más alternativa que esperar para anotarse al final.

Una joven se hace a un lado y atiende el celular. Al parecer es un familiar preocupado. “Estoy en la cola del pasaporte y todavía demoro”, responde ella.

Poco a poco los negociantes acumulan turnos que después venderán entre 250 y 300 pesos, en dependencia del lugar que ocupen en la cola. El reloj marca las 7:30 de la noche y en ese momento anuncian el número 413.

El pase de lista, que todavía no ha llegado a la mitad, se realiza frente a la entrada del parque infantil más grande de la provincia, situado en el reparto Peralta y a solo una cuadra de la Oficina de Trámites.

El lugar, en alusión a la fecha del triunfo revolucionario castrista, ha sido bautizado por el Gobierno como Primero de Enero, un nombre que ahora adquiere un matiz irónico: en este sitio comienza la ruta de miles de holguineros para emigrar a Estados Unidos.

Cuba vive su mayor oleada migratoria desde 1993. El incremento de las penurias, la aguda escasez, el alto costo de la vida, los apagones, el pesimismo ante un futuro incierto, la falta de libertades económicas y políticas está entre las razones que impulsan la emigración de los cubanos.

“Voy a iniciar el trámite del pasaporte para irme de este país que no avanza. Aquí padecemos necesidades de todo tipo. Vivimos muy mal y yo quiero darle un futuro mejor a mi familia”, dice a CubaNet un joven que se identifica como Rubén.

“Nada va a mejorar. Estamos estancados y la situación en este país cada día es peor”, dice Enrique, quien confiesa haber planteado varios problemas en las reuniones de rendición de cuentas y que nunca se han resuelto.

“En la reunión le pedí al delegado que resolviera el mal estado de la calle que pasa frente a mi casa. Es intransitable y cuando llueve se pone peor. Otros le reclamaron sobre la mala calidad del pan que se vende en las bodegas estatales y que se busca una solución para bajar los altos precios de los productos alimenticios. Ningún planteamiento se ha resuelto. La respuesta siempre es que el país vive una situación económica difícil y no hay recursos. La misma explicación la dan todos los años y no vemos una mejoría. La solución depende de nosotros y es irnos de Cuba”, sentencia Enrique.

Las multitudinarias colas para la solicitud de expedición o prórroga de pasaportes iniciaron en junio del año pasado cuando la OTIIE retomó los trámites tras el cierre por la crisis de COVID-19.

Desde entonces, mes tras mes, lejos de disminuir, aumenta exponencialmente el número de personas para los trámites del pasaporte. Un incremento significativo en Cuba se notó a partir del 23 de noviembre de 2021 cuando el régimen de Nicaragua estableció el libre visado para todos los ciudadanos cubanos que desean entrar al país centroamericano.

El libre visado de Nicaragua ha sido una tabla de salvación. El trayecto es más corto, más barato y menos peligroso. Ya no hay que atravesar la selva del Darién.

Sin embargo, hay varias familias enlutadas por haber perdido a sus seres queridos durante el intento de llegar a Estados Unidos. Otros han sido deportados a Cuba. A pesar de ello continúa la emigración.

“¿Cuándo vas a visitar los volcanes?”, es la pregunta común en Cuba para hacer referencia a la emigración vía Nicaragua.

El escape por el país centroamericano se ha convertido en el principal tema de conversación entre los cubanos. Los familiares y amigos siguen la ruta de los emigrantes hasta que llega a EE.UU.

Las noticias y los comentarios sobre las vicisitudes del trayecto, las deportaciones y los fallecidos no amilanan a los presentes que están dispuestos a correr riesgos en busca de un mejor futuro.

“Es mejor intentarlo que seguir viviendo en esta miseria. Seis personas de mi cuadra ya entraron a Estados Unidos y hay otros que han puesto en venta sus casas para irse también”, le comenta un hombre a otro mientras esperan ser mencionados en el pase de lista.

Otro negocio con vista a la emigración es la crianza y venta de cerdos cuya carne se cotiza a un precio récord de 250 pesos la libra. Las redes sociales se han inundado de memes que hacen alusión a este tema.

Cuando finaliza la entrega de los tickets, se organiza la guardia para cuidar la cola. Un grupo de mujeres se rotará hasta la medianoche. Mientras los hombres velarán toda la madrugada.

Desde las cinco de la mañana, el lado del parque infantil situado frente a las Oficinas de Trámites de Identificación, Inmigración y Extranjería se ha llenado de personas.

Algunos vienen por los trámites del carnet de identidad o de la licencia de conducción, pero una inmensa mayoría solicitará el pasaporte.

A medida que pasan los minutos se incrementa la presencia de personas. La extensa cola se extiende a todo lo largo de la acera del parque que da a la calle Peralejo.

Los adultos mayores se sientan en un muro que está frente a una casa. La concurrencia se incrementa y obstruye el tránsito de la calle.

Las personas siguen llegando y se ubican por el número que tienen el ticket. Un señor pasa vendiendo el número 71 y 76 a 500 pesos cada uno.

En el inicio de la cola hay una discusión entre dos hombres. “Yo soy el primero. Cuando yo llegué a las tres de la madrugada aquí no había nadie”, dice uno. “Nosotros hicimos la cola toda la noche y ayer repartimos los números”, le responde otro visiblemente enojado.

En el grupo hay emprendedores que no han visto empeorar sus negocios. “Hace cinco años tengo una cafetería que no prospera. Tengo muchas pérdidas por la escasez de materia prima y por los apagones. De nada vale que mi familia se sacrifique si no podemos avanzar. Por eso decidimos emigrar”, dice Manuel que así prefirió identificarse.

FUENTE: CUBANET

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