El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, finalizan una conferencia de prensa en el palacio de Planalto en Brasilia.
AP/GUSTAVO MORENOCARACAS.- Mientras la izquierda internacional parece ignorar las violaciones de derechos humanos en Venezuela y busca lavar la imagen de Nicolás Maduro, el dictador venezolano continúa sin dar señales de querer realizar elecciones libres y transparentes en 2024, dejando al país sumido en una profunda crisis política y humanitaria.
Durante una reunión en Brasilia, el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva desestimó las acusaciones de autoritarismo contra Maduro, calificándolas como una "narrativa construida". Esta postura generó fuertes reacciones por parte de otros líderes de la región, como el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y el presidente de Chile, Gabriel Boric, quienes destacaron la realidad de las violaciones de derechos humanos en Venezuela y criticaron los intentos de encubrir la situación.
"Sacar a Maduro del aislamiento" no es "tan fácil", dice una fuente diplomática de Brasil. "La integración económica es difícil con las sanciones", un tema que depende de Estados Unidos, agrega.
La falta de acuerdos y el estancamiento en las negociaciones podrían llevar a Venezuela a una crisis económica aún más profunda, lo que aumentaría el impacto migratorio y empeoraría la situación para millones de venezolanos. Aunque la administración de Joe Biden ha expresado su disposición a flexibilizar las sanciones en caso de lograrse acuerdos, Maduro ha rechazado públicamente ceder ante las presiones internacionales.
Mientras tanto, la oposición venezolana se encuentra debilitada y fracturada, intentando recomponerse después de la destitución de Juan Guaidó como líder del gobierno interino en enero. Algunos líderes opositores, como Henrique Capriles, advierten que no hay garantías de una elección competitiva el próximo año y piden el apoyo del gobierno de Estados Unidos para "mover el tablero" y recuperar la democracia en Venezuela.
En medio de este panorama, Guaidó ha criticado a Lula y acusado al expresidente brasileño de intentar blanquear una dictadura en Venezuela, rechazando la idea de que las denuncias de violaciones de derechos humanos sean solo una narrativa inventada.
FUENTE: Con información de AFP
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