BRASILIA.- Los presidentes de Uruguay y Chile, Luis Lacalle Pou y Gabriel Boric, respectivamente, pusieron en aprietos al dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, al reaccionar a las declaraciones de su homólogo brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva, quien atribuyó la crisis del país sudamericano a "una narrativa", al abogar nuevamente en defensa de Nicolás Maduro y su régimen.
"Expreso, respetuosamente, que tengo una discrepancia con lo dicho por el presidente Lula, en el sentido de que la situación de los derechos humanos en Venezuela fue una construcción narrativa. No es una construcción narrativa, es una realidad, es grave y yo tuve la oportunidad de verla en el dolor y en los ojos de cientos de venezolanos que están en nuestra patria. Esta cuestión exige una posición firme", afirmó Boric.
"En estos espacios es donde se resuelven los problemas y no con declaraciones, en donde solamente nos atacamos los unos a los otros. Eso, sin embargo, no puede significar meter debajo de la alfombra o hacer la vista gorda frente a temas que para nosotros son de principios, es importante. Y ahí yo manifesté respetuosamente que tenía una discrepancia con lo que señaló el presidente Lula el día de ayer, en el sentido en que la situación de derechos humanos en Venezuela era una construcción narrativa. No es una construcción narrativa, es una realidad, es seria. Y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y en el dolor de cientos de miles de venezolanos que hoy día están en nuestra patria", manifestó.
Para Boric, el tema de los derechos humanos debe ser respetados independiente del color político. "Una posición firme y clara respecto a que los derechos humanos deben ser respetados siempre y en todo lugar independiente del color político del gobernante de turno".
El mandatario chileno dijo que saluda que Venezuela vuelva a los foros multilaterales, pero advirtió al mismo tiempo que "eso, sin embargo, no puede significar hacer la vista gorda a temas que han sido importantes para nosotros desde el principio”.
Maduro fue recibido por Lula en Brasilia, donde viajó ayer lunes para asistir a la "cumbre" convocada por el presidente de Brasil, en la que participaron los mandatarios de los países latinoamericanos con el objetivo de retomar lo que han llamado "la integración regional".
Lula busca fortalecer al régimen chavista y ha decidido ignorar las denuncias e investigaciones de violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad que realiza la Corte Penal Internacional (CPI).
Con esta visita, Maduro y Lula buscaban normalizar las relaciones bilaterales, después de que en 2019 el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) le prohibiera a Maduro la entrada a Brasil, si bien está norma fue abolida por el gobierno de Lula Da Silva al asumir el cargo.
Lula y Maduro se reunieron el lunes, tras lo cual, el mandatario brasileño declaró que: “después de ocho años el presidente Maduro vuelve a visitar Brasil y recuperamos el derecho de hacer nuestra política exterior con la seriedad que siempre tuvimos, especialmente con los países que comparten fronteras con Brasil".
Lula llama impostor a Guaidó
Lula defendió a Maduro de las críticas recibidas por parte de la Unión Europea y Estados Unidos, sin hacer alusión a las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
"Estados Unidos ha hecho un bloqueo exageradísimo (contra Venezuela). Siempre pienso que un bloqueo es peor que una guerra", sostuvo el mandatario brasileño.
También dijo que se peleó con líderes europeos al no entender que quienes “defienden la democracia nieguen" a Maduro, quien, según él, “fue elegido por los venezolanos”, y acepten, en cambio, a "un impostor", en alusión al dirigente opositor venezolano Juan Guaidó, quien fue reconocido como mandatario por más d 50 países, incluido Brasil.
Según Lula, el prejuicio contra Venezuela es “muy grande” y sigue existiendo.
A Lula también le respondió el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, expresó su sorpresa ante la afirmación de Lula da Silva.
"Quedé sorprendido cuando se habló de que lo que sucede en Venezuela es una narrativa", dijo Lacalle durante su discurso ante los mandatarios.
"Lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo (...) Pongámosle (a Venezuela) el nombre que tiene y ayudemos", afirmó Lacalle, que califica a Maduro de "dictador".
El mandatario uruguayo alertó a los mandatarios sudamericanos que participaban en la cumbre de Lula, de no "tapar el sol con un dedo" en relación con la situación de los derechos humanos en Venezuela.
Al mismo tiempo advirtió que si hay tantos grupos en el mundo trabajando por la plena democracia y el respeto a los derechos humanos en Venezuela, en alusión a organismos internacionales, "lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo".
Lacalle Pou cuestionó la declaración de la cumbre de Brasilia, afirmando que, aunque habla de democracia, derechos humanos e instituciones, no refleja adecuadamente la situación venezolana. El gobernante defendió su derecho a opinar y puso en duda la definición de respeto a las instituciones, los derechos humanos y la democracia en la declaración conjunta.
La cita se cerró con una declaración consensuada en pos de fortalecer la integración para "afrontar los desafíos compartidos" y aumentar el intercambio comercial y las inversiones, pero sin acuerdos concretos.
También se creó un grupo de trabajo conformado por los cancilleres de los doce países, que deben reunirse en 120 días para analizar los avances.
Además de Lula, Maduro, Boric y Lacalle, a la cita asistieron los mandatarios de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Gustavo Petro; de Paraguay, Mario Abdo Benítez; el de Ecuador, Guillermo Lasso; el de Bolivia, Luis Arce; el de Guyana, Irfaan Ali, y el de Surinam, Chan Santokhi.
FUENTE: REDACCIÓN / AGENCIAS