SAN JOSÉ.-JOSUÉ BRAVO
Especial
Tras la crisis humanitaria que enfrentó a varios países centroamericanos, el flujo de migrantes de la isla caribeña no parece tener fin
SAN JOSÉ.-JOSUÉ BRAVO
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El tráfico de cubanos y otros migrantes en Nicaragua aumentó significativamente en los últimos dos años, según datos publicados por el Ministerio de Gobernación y la Fiscalía del país centroamericano.
De hecho, durante el año 2014 apenas hubo tres casos de traficantes de personas con condenas en Nicaragua, una cifra que se disparó el año pasado con 36, según las cifras oficiales.
Un año después, en 2015, el tráfico de migrantes aumentó significativamente en Nicaragua, donde detectaron a 9.282 extranjeros irregulares en su territorio, parte de ellos cubanos, africanos y asiáticos, que usan a Centroamérica corredor para llegar a Estados Unidos.
Este año la cifra no parece bajar. El fin de semana pasado las autoridades nicaragüenses detectaron nuevos casos de tráfico. Uno de ellos es el caso de nueve cubanos que eran transportados por Gerald Aguirre y Jorge Meneses, dos traficantes de personas que son ahora procesados en un tribunal de Managua.
Los nueve cubanos eran trasladados en taxis, desde la sureña ciudad de Rivas a Guasaule, en frontera con Honduras, y fueron presentados al juez que analiza el caso de los coyotes, para que reconocieran a los dos individuos que son acusados de tráfico.
De esta manera, la identificación de los dos acusados refuerza la investigación de la Policía Nacional, que desde el pasado mes de febrero persigue a una agrupación conocida como Las Palmeritas, a la cual los dos individuos detenidos formaron parte.
La banda, según el Ministerio Público, usaba varios vehículos de transporte para trasladar a los migrantes. Viajaban en caravanas por carreteras nicaragüenses y el conductor del primero de la fila era quien avisaba la presencia de policías en la carretera, a quienes seguían a una distancia considerable.
Este método también es usado por traficantes en Costa Rica y es conocido como “vagonetas” para trasladar a cubanos y otros extranjeros.
Estas redes de coyotaje tienen contactos con casas u hoteles, donde hospedan a los migrantes durante al menos una noche, mientras tienen claridad de que pasarán de un lado a otro sin ser detenidos por las autoridades.
En el caso de Las Palmeritas, donde albergaban a los cubanos en un hostal del mismo nombre, muy cerca de Honduras, donde permanecían hasta tres días, los migrantes eran entregados a otra agrupación que le facilitaba la entrada al país colindante.
Según las autoridades nicaragüenses y costarricenses, la travesía migratoria en el caso de cubanos costaba de 10.000 a 15.000 dólares, desde La Habana hasta la frontera entre México y Estados Unidos, pero los propios migrantes de la isla, que han quedado varados en suelos costarricense panameño, aseguran que la cifra oscila entre 3.000 y 5.000 dólares si usan coyotes en Ecuador, Colombia y Centroamérica.
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