viernes 6  de  diciembre 2024
VENEZUELA

Maduro busca seguir el ejemplo chino para evadir sanciones

Según expertos, las llamadas zonas económicas especiales harían empeorar la opacidad, falta de transparencia e inseguridad jurídica en el país
Por EUGENIO G. MARTÍNEZ

CARACAS. - Nicolás Maduro sigue buscando mecanismos de defensa en contra de las sanciones internacionales impuesta a su gobierno. La reciente promulgación de la Ley Orgánica para la creación de cinco zonas económicas especiales se enmarca en la estrategia de liberalización de la economía como respuesta a las medidas internacionales en su contra.

Asdrúbal Oliveros, socio director de la firma Ecoanalítica, sostiene que como idea “las Zonas Económicas Especiales (ZEE) suenan muy bien, pero Venezuela tiene unas distorsiones económicas muy importantes (…) lo que más le puede preocupar a un potencial inversionista, sobre todo extranjero, son los elementos ligados a la inseguridad jurídica, o a los niveles mínimos de seguridad jurídica de Venezuela, donde prácticamente te pueden estar otorgando una concesión donde los derechos de propiedad no necesariamente están del todo respetados y consagrados, y eso genera mucho ruido y preocupación”.

Para Oliveros las “Zonas Económicas Especiales son como una especie de mecanismo de defensa del gobierno para enfrentar un poco todo el tema ligado a las sanciones, para poder tratar de captar recursos porque las sanciones complican los flujos de capitales desde Venezuela y hacia el país, y eso es una respuesta a ello. Tener un mecanismo muy flexible que le permita tratar de poder captar recursos nacionales e internacionales para enfrentar la dinámica de sanciones”.

Los primeros cinco espacios del territorio venezolano que serán desarrollados como ZEE son Paraguaná, en el estado Falcón; Puerto Cabello-Morón, en el estado Carabobo; el estado La Guaira; la isla de Margarita, en el estado Nueva Esparta, y la isla La Tortuga, que, en teoría, empezarán a disfrutar de incentivos fiscales y aduaneros.

De todos estos proyectos, el de la isla de La Tortuga es el que ha generado mayor debate. Según ha explicado Maduro el objetivo es construir 10 resorts hoteleros diferentes, un aeropuerto internacional y un puerto para recibir toda clase de yates.

Este desarrollo está previsto en una de las zonas de Venezuela que cuenta con un amplio y virgen ecosistema.

La Tortuga, con 156 kilómetros cuadrados, es la segunda isla más grande de Venezuela. Actualmente no tiene población, por lo que se considera un reservorio natural que se ha convertido, por ejemplo, en el lugar de anidación de cuatro especies diferentes de tortugas en peligro de extinción y punto de descanso de un conjunto de aves migratorias en América.

El estudio de impacto ambiental de este ambicioso proyecto aún no se conoce, aunque los contactos con inversionistas no han cesado. Como ocurre con el desastre ambiental del Arco Minero, la desesperación del gobierno de Maduro por obtener divisas explica este tipo de iniciativas.

Una vieja práctica

Según Oliveros las ZEE venían operando en la práctica desde 2018 y la recién promulgada Ley “lo que está es poniendo en orden o cierto grado de formalidad a prácticas que ya el gobierno venía aplicando en el pasado en una zona legal muy gris, que es muy característico de cómo opera la institucionalidad en Venezuela”.

Mas allá de las consideraciones ambientales, económicas y legales, Maduro encontró en las ZEE un mecanismo para atraer a los inversionistas al país y “equilibrar el desarrollo de las regiones”.

Según explicó Maduro en un encuentro con diplomáticos, empresarios, y políticos “ya conocemos bien la experiencia de China durante 40 años, las experiencias de Corea del Sur, la experiencia de Vietnam, entre otras, experiencia que conocemos muy bien, que hemos estudiado durante años y que nos han servido de inspiración para dar este paso".

Para el exdiputado y economista José Guerra las ZEE muestran el conflicto dentro del oficialismo. “Durante décadas el gobierno chavista promovió expropiaciones y confiscaciones de empresas y ahora se muestra desesperado por captar dólares (…) En un país sin estadísticas económicas y sin credibilidad, ¿cómo un inversionista valora si una inversión vale la pena? No tiene cómo hacerlo. Ya han fracasado otros proyectos que presuntamente traerían bienestar e inversiones, como los núcleos de desarrollo endógenos, las empresas de producción social y la llamada ruta de la empanada”

Apoyo empresarial

La Ley de ZEE ha recibido el apoyo de los gremios empresariales venezolanos. Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras, aseguró que la ley de Zonas Económicas Especiales “tiene que ser bienvenida, así como cualquier otra legislación que facilite la inversión privada en el país”.

Por otra parte, el economista Luis Oliveros sostiene que es positivo que el Gobierno “está tratando de ser un poquito más pragmático, de darle espacio a la empresa privada, facilidades fiscales, tratar de dejar que el privado invierta y trabajé allí. Esa es la teoría, pero hay que ver la práctica".

No obstante, advierte que se necesita ser “cauto porque no tenemos toda la información sobre el desarrollo de la ZEE (…) El principal aspecto negativo es cómo se ha comportado el gobierno en ZEE como la del Arco Minero. Sabemos que no le ha ido bien al país. Sin duda, el tema de la opacidad, la falta de transparencia, la inseguridad jurídica es un riesgo que empeore con estas ZEE".

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