domingo 5  de  octubre 2025
LLAMADO

Miguel Uribe Londoño: "Hay que unirnos para salvar a Colombia"

Tras el magnicidio del senador Miguel Uribe Turbay, su padre asumió las banderas de la seguridad como precandidato presidencial del Centro Democrático

Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Miguel Uribe Londoño, empresario y político de 72 años, regresa a la arena política impulsado por una circunstancia muy dolorosa: el asesinato de su hijo, el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, una de las voces más visibles de la oposición.

El magnicidio lo llevó a tomar las banderas del legislador de 39 años, víctima mortal en un mitin político el 7 de junio en las afueras de Bogotá, y a aceptar la precandidatura presidencial por el partido Centro Democrático.

Su campaña, como su vida, está marcada por una tragedia que se repite y por la convicción de que la violencia no puede tener la última palabra en el destino de Colombia.

La trayectoria del empresario combina una sólida formación en economía y derecho, con una amplia experiencia en el sector privado y público. Fue concejal de Bogotá y senador de la República a principios de los años 1990. Además, dirigió importantes gremios, como la Federación Nacional de Cacaoteros.

Uribe Londoño proviene de una familia con una profunda tradición política y empresarial. Su padre, Rodrigo Uribe Echavarría, fue gobernador de Antioquia y presidente de Coltejer, una de las textileras más importantes del país.

Pero la violencia ha golpeado su vida de manera implacable. En 1991, su esposa, la periodista Diana Turbay, fue asesinada durante un fallido operativo de rescate tras permanecer casi cinco meses secuestrada por el cártel de Medellín, bajo las órdenes de Pablo Escobar.

Ese suceso lo obligó a criar, como padre soltero, a su hijo Miguel, quien entonces tenía solo cinco años. Más de tres décadas después, la historia se repitió con una crueldad insondable, cuando la vida de su hijo fue segada por las balas.

Esta doble tragedia personal define el núcleo de su discurso. Uribe Londoño no habla desde la teoría política, sino desde el dolor de un padre que, como él mismo dice, no debería enterrar a sus hijos.

Su principal propuesta es devolverle la seguridad a Colombia, un país que, asegura, se encuentra a la deriva por la violencia, el narcotráfico y el terrorismo. Y su diagnóstico es claro: el punto de quiebre fue la llegada de Gustavo Petro al poder en agosto de 2022, a quien acusa de permitir el caos y de hostigar a su hijo.

A pesar de los riesgos evidentes y de admitir que no existen garantías de seguridad para él, Uribe Londoño se muestra decidido a continuar. Confía en que ganará la consulta interna del Centro Democrático para, después, competir en una gran coalición con otros sectores afines.

Entre sus objetivos está unificar a todos los que no son de izquierda para enfrentar al candidato del oficialismo y, según sus palabras, “salvar a Colombia” de un camino que considera peligroso.

—¿Cuál es la situación actual en Colombia? ¿Es tan difícil y compleja como se percibe en el extranjero?

Es cierto, Colombia está en una situación muy difícil. El país está sumido en la violencia; tiene graves problemas de seguridad, terrorismo y narcotráfico.

—Pero Colombia iba muy bien, los titulares que salían del país eran muy distintos a los que vemos en los últimos días. ¿Cuándo y dónde estuvo el punto de quiebre para este cambio tan profundo en su país?

A partir de agosto de 2022, cuando el señor Petro llegó a la presidencia de Colombia. Ahí todo cambió. Desde ese momento venimos padeciendo este problema de inseguridad, de crecimiento del narcotráfico y de pérdida de control territorial. Hoy, más de la mitad del país está en manos de grupos criminales y de los violentos, porque así lo decidió. O no lo decidió y entonces es incompetente y no tiene control; o lo permite. Yo creo lo segundo; él permitió que todo esto sucediera con ese famoso pacto que hizo con los criminales, el mal llamado “pacto de La Picota” [un escándalo surgido en la campaña presidencial de 2022, cuando aliados del entonces candidato Petro fueron acusados de visitar la cárcel de ese nombre en Bogotá para negociar apoyos políticos con presos a cambio de beneficios judiciales].

—Por mucho tiempo, la izquierda anhelaba su cuarto de hora en Colombia. Se le dio una oportunidad a Petro, ¿y ahora qué queda demostrado con él en estos años en el poder?

Que Petro es un incompetente o tiene un plan diabólico para cambiar el sistema de Colombia y acabar con la democracia, para ir rumbo a lo que hoy es Venezuela. Esa puede ser la razón de lo que él ha hecho. Él no es tonto para no darse cuenta de que las cosas no funcionan. No funcionan porque él no quiere que funcionen; escogió este camino. Quiere el caos y el desorden, y quiere acabar con toda la actividad productiva y las inversiones en Colombia para crear esa pobreza general que les funciona a los comunistas.

—Ese comunismo del que usted habla está teniendo su momento en el poder con Petro. ¿Cree posible que, una vez termine este gobierno, no haya otro espacio viable para la izquierda?

Hay que trabajar para eso, pero es un hecho que hay una situación favorable en el sentido de que el 70 % de los colombianos decimos que el país va por mal camino y el 64 % desaprobamos la gestión de Petro. Pero no enfrentamos a un demócrata, en el sentido de que él no quiere elecciones. Él podría estar en contra de los comicios y entorpecer el año entrante para que haya más violencia y decir: “Aquí no va a haber elecciones; entonces yo sigo de presidente por un rato”. Él es el que no quiere que esto pase. Sin embargo, todos los colombianos estamos unidos en que la seguridad tiene que regresar. Colombia debe volver a ser segura y a vivir tranquilamente. El ambiente favorable está. Necesitamos que las instituciones no nos fallen y que pueda haber elecciones. Si hay elecciones, el candidato de Petro no va a ganar la presidencia.

—Hablemos del asesinato de su hijo. Un joven con todo un futuro por delante, un senador con buenos números en las encuestas para la presidencia. ¿Qué se sabe?

El responsable político de la muerte de Miguel es Petro. Petro lo hostigó, tuvo un lenguaje violento contra él, instigó para que esto sucediera. A Miguel lo mataron por sus ideas, para silenciarlo y para que no fuera el próximo presidente de Colombia. Le incomodaba mucho a Gustavo Petro y a esos criminales que decidieron asesinarlo, porque él era un líder nuevo, distinto, que había cautivado a la mayoría de los colombianos para cambiar el país y darle seguridad, que era su misión. En Colombia no puede haber violencia; no se puede vivir como me tocó a mí, cuando Miguel era un niño de cinco años y Pablo Escobar secuestró y mató a su mamá. Él se formó con esa misión y estaba dedicado a mostrar qué pasaba con los malos y a decir que los buenos teníamos que salir adelante, que se necesitaba un presidente que estuviera del lado de los buenos. Por eso lo mataron.

—¿Cómo todavía su familia vive el duelo por la falta de Miguel Uribe?

El duelo nunca se acabará; me acompañará hasta el fin de mis días. De eso es imposible recuperarse, el dolor es inmenso. Lo mismo pasa con su señora, con su hermana. Tenemos al niño, mi nieto, que pregunta siempre: “¿Dónde está mi papá? ¿Por qué le pasó esto a mi papá? Me hicieron un gran daño matando a mi papá”. Es una situación dificilísima. Yo ya la viví una vez, hace 34 años. Sobre este duelo, sobre esta tragedia, es que construimos esta esperanza. A Colombia le ofrezco esperanza, construida sobre este dolor de tantos colombianos, para que nunca más los padres tengamos que enterrar a los hijos.

—¿Se puede confiar en la justicia de Colombia para una investigación sin sesgos y que se pueda clarificar quiénes fueron los responsables del crimen?

Ya los autores materiales están identificados. Ahora esperamos que la investigación de la Fiscalía llegue a encontrar a los autores intelectuales. Vamos bien. El problema que tenemos es un presidente que trata siempre de distraer la investigación. Cada semana sale con una teoría nueva para que la Fiscalía tenga que iniciar una investigación nueva y se distraiga. Gustavo Petro no quiere que se sepa quiénes son los autores intelectuales del magnicidio de Miguel.

—¿Es posible que en esta administración de Petro se sepan las identidades de los autores intelectuales?

La Fiscalía es independiente y trabaja muy bien hasta hoy. Él trata de entorpecer, pero no lo ha logrado. Esto sirve para saber que él quiere obstaculizar la investigación. ¿A qué le teme? ¿Qué teme que se sepa? Ese es el mensaje que él transmite. Pero la Fiscalía trabaja muy bien y confío en que, más temprano que tarde, se conozcan los autores intelectuales del asesinato.

—Miguel Uribe Londoño retoma las banderas de su hijo y también los riesgos. ¿Se siente usted seguro haciendo política en Colombia?

Eso es muy difícil, no se puede garantizar. A mí me puede pasar cualquier cosa, porque ya él [Petro] me hostiga también. No hay seguridad completa en el ambiente que vivimos, pero lo tenía que hacer. Tengo una seguridad y espero que sea suficiente. Espero poder fortalecerla incluso, pero cualquier cosa puede pasar. Allá cualquier cosa puede suceder. Hoy, yo y los millones de colombianos, los niños, los jóvenes, no estamos seguros en la Colombia de Petro, porque la vida no vale nada.

—¿Cómo están sus números en las mediciones o sondeos previos?

En Colombia hay una ley que no permite publicar encuestas. No obstante, nosotros hicimos un sondeo y en ese sondeo mi nombre aparece muy bien. Todo pinta a que, en esta primera contienda mía, que es la encuesta en el Centro Democrático, voy a ser el ganador; después, ir a la consulta del mes de marzo con otros partidos y escoger un candidato único para la primera vuelta presidencial. Ojalá formemos la más grande coalición posible. Ojalá nos unamos todos los que no somos izquierdistas para ganarle a Petro. Es necesario para salvar a Colombia. De lo contrario, si eso no pasa, Colombia estará en una situación muy difícil.

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