WASHINGTON.- La Corte Suprema de Estados Unidos anunció el viernes, 3 de octubre, que aceptará revisar dos casos históricos relacionados con propiedades confiscadas en Cuba tras la llegada al poder de Fidel Castro, en un litigio que podría abrir la puerta a reclamaciones multimillonarias contra el régimen comunista de la isla.
Uno de los casos fue presentado por la petrolera Exxon Mobil Corporation, que reclama compensación por la expropiación de su refinería, terminales y más de un centenar de estaciones de servicio confiscadas a finales de la década de 1950. El segundo involucra a la compañía estadounidense Havana Docks Corporation, que asegura que las principales líneas de cruceros del mundo usaron ilegalmente muelles que construyó en 1905 y que fueron nacionalizados por el régimen cubano tras la revolución.
En 1969, una comisión de Estados Unidos certificó las pérdidas de Standard Oil (hoy Exxon Mobil) en cerca de 72 millones de dólares, pero con intereses acumulados y la posibilidad de una indemnización triple, la cifra podría ascender a miles de millones. Según Exxon, casi 6,000 personas y empresas estadounidenses tienen reclamaciones certificadas por más de 1,900 millones de dólares, sin incluir intereses.
"El gobierno cubano nunca pagó ninguna compensación por las propiedades confiscadas. Exxon ha estado esperando desde principios de la década de 1960 recibir justicia", argumentó el abogado de la compañía, Jeffrey Wall, en su apelación.
El caso de Havana Docks
Por su parte, la empresa Havana Docks alega que, entre 2015 y 2019, las líneas de cruceros desembarcaron casi un millón de turistas en los muelles confiscados, pagando al régimen cubano al menos 130 millones de dólares, sin compensar a la compañía propietaria original.
Las navieras, a su vez, sostienen que el contrato original con el régimen cubano había expirado en 2004, antes de que comenzaran sus operaciones en La Habana en 2016. El Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito falló a su favor, pero la empresa apeló ante la Corte Suprema.
El litigio es posible gracias a la Ley Helms-Burton de 1996, que autorizaba a ciudadanos estadounidenses a demandar por bienes confiscados en Cuba. Durante más de dos décadas, los presidentes suspendieron la aplicación de esa disposición, alegando "intereses nacionales".
Sin embargo, en 2019, durante la primera presidencia del republicano Donald Trump, se levantó la suspensión, reactivando las demandas. Exxon presentó su recurso ese mismo día.
Implicaciones internacionales
La Corte Suprema deberá decidir si estas acciones cumplen con las excepciones que permiten demandar a gobiernos extranjeros en tribunales estadounidenses, pese a la inmunidad soberana que generalmente los protege.
El Departamento de Justicia de EEUU apoyó la revisión del caso, afirmando que el país tiene "un interés imperioso en garantizar que los ciudadanos estadounidenses cuyas propiedades fueron expropiadas ilegalmente por el régimen cubano reciban compensación".
Sin embargo, Corporación Cimex, una de las entidades estatales cubanas beneficiarias de las confiscaciones, advirtió que el fallo podría tener "implicaciones globales" y abrir la puerta a represalias judiciales contra Estados Unidos en el extranjero.
La decisión final de la Corte Suprema podría redefinir la política exterior hacia Cuba y establecer un precedente clave en la manera en que los tribunales estadounidenses abordan las reclamaciones contra regímenes autoritarios.
FUENTE: COn información de CNN