CARACAS.- Opositores venezolanos repudiaron el "nuevo desfalco" en la compañía petrolera estatal PDVSA y cuestionaron, entre otras cosas, que el "monto del botín por el cual se pelean es un misterio".
CARACAS.- Opositores venezolanos repudiaron el "nuevo desfalco" en la compañía petrolera estatal PDVSA y cuestionaron, entre otras cosas, que el "monto del botín por el cual se pelean es un misterio".
En un comunicado difundido en sus redes sociales, la Plataforma Unitaria dijo que "solo mencionan la cifra de más de tres mil millones de dólares, monto similar, por cierto, al presupuesto del acuerdo social firmado en México y que será administrado por la ONU para que pueda llegar a los ciudadanos venezolanos y, precisamente, evitar que corran la misma suerte de estos recursos que se han robado".
Asimismo, los opositores indicaron en el escrito que "según versiones de prensa", a los "corruptos del entorno de Tareck El Aissami se les había solicitado desviar y ocultar estos fondos de miles de millones, para ser usados 'oportunamente' en la próxima campaña electoral", en referencia a los comicios presidenciales de 2024.
Los hechos a los que la Plataforma Unitaria se refiere están vinculados al nuevo escándalo de corrupción que empaña a la petrolera estatal venezolana y que dan cuenta de la malversación de entre 3.000 y 5.000 millones de dólares de la compañía, dinero producto de las exportaciones de crudo a través de intermediarios en los últimos meses.
El escándalo se destapó a final de la semana pasada cuando se conoció que la Policía Nacional Anticorrupción realizó detenciones de varios jefes chavistas, cercanos al ahora exministro de Petróleo, Tareck El Aissami, un aliado del dictador Nicolás Maduro.
Debido a que PDVSA está sancionada por el Departamento del Tesoro de EEUU, las ventas eran realizadas con criptomonedas, a través del la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip). Precisamente, uno de los detenidos era el presidente de la Sunacrip, Joselit Trinidad Ramírez, un estrecho colaborador de El Aissami.
Además, también fue detenido el exencargado de Comercio y Suministro de PDVSA, Antonio Pérez Suárez, cercano a El Aissami, así como varios fiscales, oficiales de las Fuerzas Armadas y un alcalde, en el marco de la misma investigación.
En medio de la ola de arrestos, El Aissami anunció el lunes su dimisión, lo que causó sorpresa debido a su cercanía a Maduro.
Otro hecho que llamó la atención es que las informaciones sobre las detenciones y el desfalco en PDVSA se conoció a través de medios "chavistas". Lo que se presume desde las filas opositoras es que se trata de una "guerra interna" en el chavismo entre facciones; por un lado, la de El Aissami y sus colaboradores; y por otro, la de Maduro y Delcy y Jorge Rodríguez, la vicepresidenta del país y el presidente del partido oficialista, el PSUV.
Los opositores rechazaron "este nuevo desfalco que Nicolás Maduro, junto a los suyos, han hecho a los recursos que pertenecen a los venezolanos y quienes sin verguenza alguna pretenden mantenerse, de cualquier manera, seis años más en el poder para seguir saqueando a la nación".
Además, rechazaron "el ataque y la ofensiva constante al compañero Juan Guaidó y alertamos sobre las amenazas contra la dirigencia de la plataforma unitaria como intento por desviar la atención sobre este nuevo escándalo de saqueo".
Alertaron que "lo que hoy ocurre en Venezuela es consecuencia de la destrucción sistemática del Estado de Derecho y sus instituciones, las cuales están actualmente al servicio del régimen de Nicolás Maduro y las usan para perseguir a quienes le conviene".
Exigieron "frente a este nuevo desastre" que se retome de "inmediato" la Mesa de Negociación "para establecer de manera definitiva y urgente las condiciones que permitan celebrar elecciones presidenciales libres y democráticas, cesando la violación de DDHH y el saqueo al que es sometido el pueblo venezolano".
FUENTE: REDACCIÓN