martes 26  de  marzo 2024
ANÁLISIS

Para liberar a Venezuela "es necesaria una gran coalición"

La opositora María Corina Machado denuncia el blanqueamiento de Borrell y los errores de la oposición en Venezuela
Diario las Américas | LUIS LEONEL LEÓN
Por LUIS LEONEL LEÓN

María Corina Machado, considerada por muchos la principal opositora al castrochavismo en Venezuela, ha lanzado un llamado a sus compatriotas para que se unan de una vez, por encima de los partidos políticos, en esa larga y tortuosa batalla que intenta retornar la libertad y la democracia a su nación, atrapada en la miseria, el desdén y el éxodo por culpa de las nefastas políticas del Socialismo del siglo XXI, gerenciado allí primero por el fenecido Hugo Chávez y continuado por Nicolás Maduro.

En una reciente entrevista con el diario ABC, la coordinadora nacional del partido Vente Venezuela, desnuda sobre el tablero geopolítico la terrible situación que oprime a los venezolanos y, sin pelos en la lengua, como suele expresarse, critica el desempeño del Alto Representante de la Unión Europea (UE), el español Josep Borrell, con respecto al país latinoamericano.

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Desde el comienzo del diálogo con el rotativo español, Machado denuncia firmemente la postura de Borrell, considerándola «muy lamentable» ante las innegables violaciones de los derechos humanos en Venezuela: «No es la primera vez. Ha habido múltiples posiciones de Borrell que claramente buscan darle legitimidad y estabilidad a la tiranía de Maduro«. Pero la venezolana separó la actuación de Borrell de la posición de Europa: «Debo decir que el Parlamento Europeo se ha convertido en la gran plataforma de denuncias de la violación sistemática de los derechos humanos en Venezuela».

Borrell es uno de los pilares de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) que arribó hace unos días al país suramericano ante el circo electoral para gobernadores y alcaldes que el castrochavismo controlará el 21 de noviembre (21-N). “Yo me opuse a que viniera la misión exploratoria para observar el llamado de las supuestas elecciones del 21 de noviembre”, recalcó Machado.

El régimen venezolano no tardó en emitir un comunicado rechazando las palabras de Borrell, quien por su parte arguyó: «¿Voy yo a decir que no mando una misión porque las elecciones son fraudulentas? Pues vaya ánimo que les doy para que se presenten si ya digo que son fraudulentas«.

Curiosamente, Borrell ha sido criticado por «ocultar el informe» de MOE-UE, donde Machado, según narró al ABC, expuso «la barbaridad en términos técnicos electorales, la gravedad de la ausencia total del Estado de Derecho y, por supuesto, de cómo es la vida hoy en Venezuela». La opositora advirtió a los técnicos que «el propósito de Maduro es utilizarlos para legitimarse y lo que iban a ganar es que ellos perdieran la credibilidad».

Y agregó: «Nosotros hicimos una campaña para preguntar dónde estaba el informe. Recogimos firmas y las enviamos a la oficina del señor Borrell solicitando que se hicieran públicas las conclusiones del informe. Es lamentable que algunos burócratas pasen por encima de las opiniones de los técnicos. Insisto: hacen daño a Venezuela, pero también le hacen daño a la Unión Europea».

En la charla, Machado también se refirió al caso del recién extraditado Alex Saab, sobre quien dijo: «Ha actuado como bisagra entre el régimen de Maduro y actores como Irán, Turquía, China, Rusia, así como con redes del crimen organizado y, hay que decirlo, con actores que se han hecho llamar ‘oposición’. Es indiscutible que Saab tiene una cantidad de información valiosísima para desnudar la naturaleza criminal del régimen y de sus aliados. Yo no quiero especular, pero Maduro se ha movido y tiene aquí (en Venezuela) a su familia, seguramente buscando usarla como rehenes para que Saab no diga lo que sabe».

Cuando el castrochavismo se enteró de la extradición de Saab, abandonó la supuesta «mesa de negociación» en México. Machado no descarta solucionar el conflicto en Venezuela a través de una negociación, pero sabe qué sería en esta ocasión. «Con las mismas condiciones y mismos actores no se puede conseguir un resultado distinto. Es evidente que el equilibrio de fuerzas que se exponen en México es desfavorable para la fuerza democrática del país. Yo creo en una negociación que busque la libertad de Venezuela, no la cohabitación con la tiranía».

La opositora, quien cuando formaba parte de la Asamblea Nacional se plantó ante el dictador Hugo Chávez y le llamó ladrón, como pocos hicieron, una vez más ha sido muy clara sobre cuál debería ser el propósito de las acciones ante la situación en Venezuela: «Desmontar una estructura de poder mafiosa, no conseguir mejores condiciones para ir a unas elecciones. Este proceso de diálogo favoreció al régimen y ya obtuvieron lo que querían, que fue su reconocimiento con la firma del memorando de entendimiento».

Para Machado, el sector de la oposición que buscaba en México participar en las elecciones, lo que hizo fue rendirse. «El 21-N es una operación bien calculada por la tiranía para hacernos retroceder en lo que hemos logrado en los últimos dos años de lucha. Logramos que el mundo asumiera que esto no es una dictadura sino un complejo sistema criminal, adaptativo y perverso, y que no se reconociera a Maduro como presidente».

La propuesta de Machado es «asumir que estamos frente a secuestradores«. Y, ante la pregunta cómo se resuelve tal situación, responde que «rodeándolos, aislándolos y creando las condiciones para que tengan incentivos para dejar el poder. Se pueden parar los mecanismos de ingreso de inteligencia al país, un embargo de armas y ser más agresivos en cortar las fuentes de financiamiento ilegal». La líder política, al denunciar la farsa electoral que nuevamente se orquesta en su país, recordó que Maduro tiene el apoyo de China, Cuba, Turquía y Rusia y resaltó que “el drama de Venezuela no se puede contener dentro de nuestras fronteras. El régimen busca desestabilizar a las democracias de América Latina”.

Explica que se trata de “una guerra no convencional que utiliza múltiples planos de lucha que lo que busca es doblegar a Venezuela, ocuparla con fuerzas del crimen y utilizar a nuestro país como un enclave para extender este conflicto y tomar el control de otras zonas del hemisferio occidental (…). Es posible una resolución del conflicto en Venezuela a través de una negociación. Pero no esa negociación. Hay que hacer las cosas muy distintas”. Y no solo menciona la crisis política que en su país ha generado el castrochavismo sino que también señala los errores de una gran parte de la «oposición» venezolana en sus estrategias frente al régimen y todo el fallido sistema desde hace dos décadas viene empujando a Venezuela a la más grave crisis general de su historia. Machado pone en tela de juicio la actuación de Juan Guaidó, quien, aunque fue reconocido por más de 50 países, estancó las acciones opositoras.

Machado fue una de las primeras figuras de la oposición en «promover la formación de un Gobierno interino» porque, según creía, su objetivo no sería otro que «desmontar la tiranía para dar inicio a un proceso de transición». El lema de Guaidó era precisamente «cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres«. Su valoración de interinato es lapidaria: «Guaidó tuvo la oportunidad histórica más grande que hemos tenido para desplazar a Maduro y su régimen: todo el apoyo popular, de los partidos políticos y el apoyo internacional. Todo lo tuvo y, desgraciadamente, no logró echar a Maduro. El Gobierno interino lo destruyó el propio interino. Es una tragedia».

Las razones las ha enumerado. La primera es «una dirección política que ha sido errática, contradictoria y débil y eso se ha transmitido a una sociedad que no se siente representada». Luego, estaría la «opacidad en el manejo de los recursos«. Y subraya un elemento clave en la historia de la Venezuela contemporánea: «si algo ha destruido a Venezuela es la corrupción monumental del régimen, por eso es inconcebible que no haya transparencia». Machado considera un grave error que «lejos de procesar las demandas», Guaidó haya «atacado a quienes lo han solicitado». Nosotros hemos solicitado rendición de cuentas por medio de la facción 16-J en el Parlamento y hemos sido rechazados (…). Y la tercera razón es por sus juntas. Yo muchas veces le dije a Guaidó: «apóyate en la gente». Desgraciadamente, optó por rodearse de la estructura del G-4 que se arrogó la representación de la oposición venezolana», comentó.

Cuando la periodista venezolana Gabriela Ponte le preguntó si la figura de Guaidó estaba desgastada y debía renunciar, Machado respondió que «el Gobierno interino y Juan Guaidó surgieron del apoyo de una Asamblea Nacional electa. ¿Hoy tienen esos votos? Yo no lo creo». Una de las reflexiones más importantes de la video-entrevista es cuando Machado advierte que “es el momento de una gran coalición y un gran movimiento de ciudadanos. Pero, además, de gente que compartimos un propósito que es la liberación del país”.

Publicado originalmente en La Gaceta de la Iberosfera

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