BOGOTÁ.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cumple un año de gestión en medio de fuertes turbulencias debido a los escándalos y confrontaciones constantes que ha protagonizado desde su llegada a la Casa de Nariño.
BOGOTÁ.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cumple un año de gestión en medio de fuertes turbulencias debido a los escándalos y confrontaciones constantes que ha protagonizado desde su llegada a la Casa de Nariño.
Recientemente, la controversial investigación ordenada por la Fiscalía General de Colombia a su hijo, Nicolás Petro Burgos acusado de enriquecimiento ilícito por recibir fondos provenientes del narcotráfico para financiar la campaña electoral es quizás el escándalo más grande que roza al Jefe de Estado.
En el desarrollo de la investigación, se señaló a Day Vásquez, expareja de Nicolás Petro, de actuar como administradora de los fondos que ingresaban. La Fiscalía también acusa a Vásquez de incurrir en delitos de lavado de capitales y violación de datos personales.
Nicolás Petro es señalado por haber recibido financiación para su campaña electoral de 2022 proveniente del narcotraficante Samuel Santander, conocido como 'El hombre Marlboro', y del empresario Alfonso Hilsaca, quien negó previamente las acusaciones en su contra.
El fiscal detalló que se encontraron un total de 1.053 millones de pesos que constituyen un "incremento patrimonial injustificado". Según Burgos, este dinero no proviene de su trabajo, sino de ingresos clandestinos de dinero desde 2021 hasta finales de 2022.
Además, en 12 meses de gestión, los altibajos en el tren ministerial han parecido cosa del día a día. Hasta la fecha han salido 11 ministros desde que Petro llegó a la presidencia. Casi un ministro fuera del gabinete por mes. De los 19 ministros que conforman el Poder Ejecutivo en Colombia en doce meses Petro ha sustituido 60% del gabinete, por razones de choques internos y escándalos.
El 28 de febrero cesó a tres de sus ministros, entre ellos el centrista Alejandro Gaviria, de la cartera de Educación, cuyas críticas a la reforma sanitaria propuesta por el gobierno se filtraron a la prensa.
También sacó del Ministerio del Deporte a la campeona olímpica María Isabel Urrutia, acorralada por un escándalo de corrupción, y a Patricia Ariza de Cultura, sin justificar la decisión.
Otro de los grandes escándalos que ha protagonizado el gobierno de Petro es el de las ‘chuzadas’, intercepciones telefónicas a Marelbys Meza, relacionada con Laura Sarabia, exjefa de gabinete del presidente Gustavo Petro.
Tras el robo de un maletín con miles de dólares de la casa de Sarabia, su niñera terminó interrogada con polígrafo en la sede presidencial y luego interceptaron sus conversaciones telefónicas haciendo uso de un informe falso de policía que la vinculaba con narcotraficantes, según la fiscalía.
Al escándalo se sumó Benedetti, un poderoso político que apoyó en campaña a Petro, le presentó al mandatario a Laura Sarabia, y quien hasta hoy era embajador en Venezuela. Él y la exjefa de gabinete compartían la misma niñera y se acusan el uno al otro de conspiración en una intrincada historia que deja más preguntas que respuestas.
"Este gobierno no ha ordenado una sola interceptación ni a ilustres funcionarios ni a personas humildes", aseguró Petro.
En medio de los escándalos que arrecian y parecen ser sólo el inicio, el presidente Petro ha dejado en claro que no se apartará de sus funciones. A través de unas declaraciones reseñadas en el portal web de la Presidencia de Colombia, el Jefe de Estado afirmó que su gestión culminará sólo por voluntad popular.
“Este Gobierno se acaba de acuerdo al mandato popular, de nadie más. Y eso es bueno que quede claro en Colombia: no hay nadie que pueda terminar con este Gobierno que no sea el pueblo mismo... Siempre me pareció que uno no puede arrodillarse ante el verdugo y que la defensa siempre se hace desde la verdad y la dignidad... “si no tienes nada que temer, la verdad y la dignidad es el mejor instrumento de la defensa”, puntualizó.
FUENTE: REDACCIÓN/AFP/AP