SAN JOSÉ.-JOSUÉ BRAVO
Especial
John Wesley Saatio escapó de la justicia de su país el 19 de junio de 2015, cuando la policía lo llevaba a prisión tras estar en una audiencia en la Corte de Green Bay, Wisconsin
SAN JOSÉ.-JOSUÉ BRAVO
Especial
Un peligroso agresor sexual prófugo de la justicia de los Estados Unidos, con otros antecedentes como destrucción de la propiedad de la policía, violación de libertad condicional y que estaba detenido en una cárcel de detención de extranjeros en San José, capital de Costa Rica, escapó la tarde de este domingo.
John Wesley Saatio, de 35 años, escapó del Centro de Aprehensión Temporal del Extranjero en Condición Ilegal (Cateci), en Hatillo, sur de San José, donde permanecía bajo custodia desde hace una semana.
Wesley escapó la noche del domingo 19 de junio, mientras se servía la cena. El acusado rompió una reja y se fugó del recinto, según la Dirección General de Migración y Extranjería. La policía mantiene operativos en Hatillo y comunidades aledañas para recapturarlo.
Saatio es un agresor sexual que estaba prófugo. Fue detenido el lunes 13 de agosto en Jacó, playa del Pacífico de Costa Rica, mientras estaba en un club nocturno. Desde entonces estaba recluido en Hatillo, donde solicitó someterse a trámites para pedir refugio en este país.
El estadounidense escapó de la justicia de su país el 19 de junio de 2015, cuando la policía lo llevaba a prisión tras estar en una audiencia en la Corte de Green Bay, Wisconsin.
Además de agresiones sexuales, está acusado por allanamiento de morada, destrucción de propiedad de la policía y violación de la libertad condicional.
Saatio ingresó de forma irregular a Costa Rica, por lo que las autoridades tramitaban la extradición a Estados Unidos. Sin embargo, el proceso estaba en espera por la solicitud de refugio por parte del prófugo.
Cuando Wesley Saatio fue detenido en Costa Rica, indicó a las autoridades que se llamaba John Carter; sin embargo, le tomaron huellas dactilares, se investigó y se logró determinar su identidad.
Costa Rica lo deportaría a Estados Unidos, pero una solicitud suya de refugio detuvo el proceso. Durante su estadía en playas del pacífico de Costa Rica, pidió ayuda para su subsistencia mientras transitaba en bicicleta cargando una mochila, trabajó como chef en un restaurante y hacía tatuajes corporales.
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